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El Imparcial / Mexico / Roberta Jacobson

Roberta Jacobson reitera que recibió información no corroborada de García Luna

La exembajadora de Estados Unidos Roberta Jacobson, en entrevista para El Universal, se refirió al caso de Genaro García Luna.

WASHINGTON.-La exembajadora de Estados Unidos Roberta Jacobson, en entrevista para El Universal, se refirió al caso de Genaro García Luna y a las estrategias de gobierno de Felipe Calderón y de Andrés Manuel López Obrador.

En el texto de Proceso se concluye que hubo una duplicidad, una doble cara, en el gobierno de Felipe Calderón. Entiendo que esto significa que el entonces presidente Calderón sabía que su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, tenía nexos con el narco y no actuaba. ¿Crees que esto ocurrió?

—Toda la información que yo he recibido como secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental fue información no corroborada. Lo único que yo quise decir es que yo imaginaba, y todavía imagino, que había gente dentro del gobierno de México que tenía la misma información que nos llegaba a nosotros. Eso no significa que el [ex]presidente esté mintiendo cuando dice que no sabía sobre esta información. Yo no puedo decir quién veía qué información, pero si esta información fue de un tipo que pienso debió llegar a las oficinas de oficiales mexicanos al mismo tiempo que nos llegaba a nosotros.

Entiendo que la información recibida nunca fue ni contundente y que además fue tendenciosa. ¿Qué significa que fue tendenciosa?

—La palabra tendenciosa fue una traducción del periodista de Proceso porque yo hablé en inglés en la conversación. Lo que dije es que era información de personas que tenían problemas o con la Secretaría de Seguridad Pública o con la policía o rivalidades entre las agencias. Las fuentes independientes de información nunca nos llegaron de tal forma que lo consideráramos información confirmada o corroborada durante mi tiempo como funcionaria.

¿Qué significaba esta información que llegaba a la embajada de Estados Unidos para el trabajo del gobierno de Estados Unidos con el de México?

—En general, cuando recibimos de cualquier fuente información sobre un gobierno aliado con el cual estamos trabajando muy de cerca y logrando cosas muy importantes, porque debemos recordar que hubo éxitos muy importantes de aprehensiones y decomisos, tenemos que asegurarnos que cuando trabajamos con una agencia lo hacemos con el menor número de personas, de oficiales, para asegurar la seguridad de la operación.

¿En qué impidió el trabajo bilateral las sospechas que había sobre Genaro García Luna?

—Yo no me acuerdo que hubiera un caso en el cual no pudiéramos actuar sobre un narcotraficante porque tuviéramos sospechas de que el secretario García Luna estuviera comprometido. Ni como secretaria adjunta ni como embajadora. Siempre cuidamos que no se dieran filtraciones, pero no me acuerdo de alguna instancia específica en que su involucramiento comprometiera una operación.

¿Cómo consideras que manejó el gobierno de Calderón la lucha contra el narcotráfico?

—Creo que él estaba intentando que no sólo México, también Estados Unidos, asumieran su responsabilidad para enfrentar el problema. Por eso impulsó la Iniciativa Mérida. La importancia de lo que aprendimos durante ese periodo es que es esencial atacar todas las áreas del narcotráfico a la vez: lavado de dinero, fortalecer las instituciones, etcétera. Una estrategia que se enfoque solamente en atacar a los jefes de los cárteles es inútil. Es algo que no puede resolver cada país solo. Todavía es un problema que debe resolver México y que les cuesta a los mexicanos, y también a Estados Unidos por la epidemia de opiáceos. El presidente Calderón no estaba dispuesto a ceder territorio mexicano a los criminales y quería asegurar que el Estado mantuviera el monopolio del uso de la fuerza.

¿Y la estrategia del actual gobierno?, ¿cómo la ve?

—La verdad, tengo que admitir que no entiendo la estrategia del gobierno actual. Entiendo las frases del Presidente y que quiere caminar por un camino distinto, pero es muy importante que algunas acciones continúen, como la lucha en contra del lavado de dinero y el fortalecimiento de las comunidades, especialmente en este momento en que enfrentamos una pandemia en donde debemos enfocarnos en unir para vencer. El nivel comunitario es esencial. Si no se trabaja desde ahí hasta arriba para lograr las soluciones que se necesitan en estas comunidades nunca vamos a tener paz, y yo no veo esas soluciones funcionando hasta ahora.

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