Un día de compras navideñas
El incendio que dejaría una huella indeleble entre los mexicalenses de la década de los años sesenta fue el que se produjo.
El incendio que dejaría una huella indeleble entre los mexicalenses de la década de los años sesenta fue el que se produjo.
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, dos seguían siendo las atracciones favoritas de los habitantes de esta frontera.
Más allá de las pérdidas materiales y humanas, los incendios que se presentaban en el Mexicali del primer cuarto del siglo XX hicieron ver a los fronterizos de la importancia vital de las compañías de bomberos.
El año de 1923 fue un año de pérdidas para el paisaje urbano de Mexicali.
Desde que Mexicali se constituyó en un poblado, sus habitantes descubrieron las amenazas que incidían en su asentamiento en medio del desierto peninsular.
Los seres humanos somos muchas cosas: animales en cautiverio, dioses fallidos, criaturas curiosas, fieras insaciables.
Cuando se leen los Apuntes históricos del coronel Esteban Cantú, lo que salta a la vista es su mezcla de exageraciones y mentiras.
Aunque había llegado a Mexicali en 1920, como parte del estado mayor del general Abelardo L. Rodríguez, Adolfo Wilhelmy se labró un camino en la ciudad capital como promotor de obras escénicas.
El aforismo es doctrina y rebelión, refrán y axioma, sentencia y duda. Todo el espectro del pensamiento humano está en él, pero destilado hasta la última esencia.