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El Imparcial / Mexicali / Ayuntamiento de Mexicali

El inicio de una nueva era

Miles de personas acuden a la toma de posesión de Marina del Pilar Ávila.

MEXICALI, Baja California.- Caían los últimos rayos del ocaso sobre la catedral del Centro Histórico, a sus pies, estaba instalado el templete que enmarcaría el evento de la toma de protesta de la flamante alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda.

La autoproclamada “Novia de Mexicali”, sería recibida por la calidez de aproximadamente 3 mil personas conglomeradas en la primera cuadra de la Calle Reforma: entre niños, ancianos, mujeres y hombres que fueron citados a las 19:00 horas.

“El inicio de una nueva era”, este eslogan se repetía por doquier, las pantallas y pancartas los plasmaban, y la gente lo reafirmó con vestimentas y gafetes alusivos.

Morena estaba por llegar al poder de un municipio administrado desde hacía seis años por el panismo, la “Cuarta Transformación”, iba a iniciar oficialmente, solo que lo haría casi tres horas y después de la hora pactada.

Y aunque la impaciencia de chicos y grandes se hacía presente, aguantaron gracias a la serie de presentaciones artísticas que celebraban el cambio de administración, iniciaron con la danza de leones y dragones, protagonizada la escuela Dragon Chuan Fa y las melodías de la orquesta de la secundaria número 50, José F. Guajardo.

Entre el tráfico que circundaba el primer cuadro de la ciudad, y la afluencia de camiones llenos de seguidores de Marina del Pilar, se veía a los guaruras y encargados de la logística con semblantes estresados, entre ellos se escuchaba “Ya estamos rebasados en asistencia”.

El evento estuvo custodiado por elementos de la Guardia Nacional, de la Dirección de Seguridad Pública de Mexicali (DSPM), y agentes K9 todos atentos al arribo de la nueva alcaldesa. No faltó entre los presentes, quien aprovechó para difundir a la multitud las inconformidades ante las problemáticas sociales, en esta ocasión un hombre entregaba panfletos, alusivos a la venta de terrenos de la UABC por el adeudo del Estado.

“Lo bueno que tocó un clima bien a toda madre”, platicaba un joven con sus acompañantes, resignados a seguir esperando el inicio del evento protocolario, pero disfrutando de la noche refrescada por suaves vientos propios de finales de septiembre.

“¡Fuera los panistas!”, gritaron en varias ocasiones a un grupo de personas que fueron identificados por sus detractores, entre ellos Abraham Medina, y Manuel García Fonseca, quienes ignoraron los señalamientos y siguieron caminando entre la multitud. *Llegó*

Poco antes de las 21:00 horas, llegó la alcaldesa en una camioneta, bajó, enfundada en un traje blanco, caminó hasta el pasillo hecho de vallas que la llevarían hasta el presidium, ¡Marina!, ¡Marina!, le gritaba la muchedumbre.

Emocionada caminó y paso a paso saludaba a cuantas manos podía, platicó un poco con los medios, expresando su emoción de llegar al momento de su toma de protesta, donde ya la esperaban funcionarios como el ex alcalde Gustavo

Sánchez, diputados y el gobernador electo, cabe precisar que Jaime Bonilla, llegó junto con ella.

Al subir al templete, la maestra de ceremonia presentó a las autoridades, un momento incomodo fue cuando nombró a Brenda Ruacho de Vega, representante del Gobernador Francisco Vega de Lamadrid, y un gran abucheo retumbó en la explanada de la catedral, la todavía primera dama, solo asentó con la cabeza, evitando levantarse y saludar como el resto de los presentados.

Pasado el acto protocolario, el desorden se impuso, ya que habían dejado pasar a tantas personas, que no había espacios para el gabinete de Marina Ávila, y pretendían que bajaran a sentarse para ver una proyección en el edificio.

Tanta fue la desobediencia, que se proyectó el “maping”, con algunas personas paradas y otras sentadas, al terminar lanzaron un disparo de papeles brillantes que iluminaron el cielo por un momento, para dar fin a la celebración.

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