Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

Y no bajan los crímenes

Hace 8 días en una tienda Walmart de El Paso, Texas, un joven de 21 años abrió fuego contra clientes que iban de compras, algunos, otros iban a pasar el tiempo mientras llegaba la hora de algún compromiso.

Hace 8 días en una tienda Walmart de El Paso, Texas, un joven de 21 años abrió fuego contra clientes que iban de compras, algunos, otros iban a pasar el tiempo mientras llegaba la hora de algún compromiso. La frase que utilizamos los reporteros para describir la sorpresa es de que “nunca se imaginaron que yendo de compras a Walmart perderían la vida”, es obvio, nadie sale de su casa pensando que lo van a asesinar.

Historias diferentes de truncaron ese día, 8 mexicanos fueron brutalmente asesinados por un joven supremacista blanco que viajó desde Dallas hasta El Paso, exclusivamente para “matar mexicanos”. Si es una desgracia, provocada en parte, por los discursos en contra de México y los mexicanos por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Pero si hacemos memoria, hace 35 años un individuo armado entró a un restaurante McDonald en San Ysidro, California a matar mexicanos. Disparó sus armas en contra de familias que habían ido a desayunar a este restaurante, tal vez como lo hacían de tiempo en tiempo, tampoco “se imaginaron que ese día los iban a asesinar”.

Ese día Miguel Cervantes Sahagún había acudido a las oficinas de correos en San Ysidro, junto al McDonald a recoger su correspondencia de su apartado postal (P.O. Box) cuando se inició la balacera. Miguel siempre cargaba una cámara fotográfica, siempre con rollo de película para lo que se pudiera ofrecer, efectivamente se ofreció y sus fotografías dieron la vuelta al mundo y con ellas se mostró lo fácil que es quitarle la vida a niños y adultos por el puro placer de hacerlo. El criminal fue muerto por elementos de SWAT de San Diego. El restaurante fue cerrado y en memoria de los 21 muertos quedó un pequeño monumento.

Sin embargo, las matanzas entre miembros de los diferentes cárteles en el país están a la orden del día, 20 el pasado jueves en Uruapan, Michoacán, en el mismo lugar donde hace 13 años, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa iniciara su “guerra” contra el narco a petición del entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel.

Han pasado los años y dos administraciones y de nuevo al inicio de un gobierno federal se dan estos crímenes, los muertos quedaron colgados de puentes y otros en calles descuartizados y el gobierno federal sorprendido porque estos muchachos no han escuchado a Andrés Manuel López Obrador quien dijo que ya se iban a acabar esos homicidios y que se iban a portar bien.

No solo el crimen organizado reta al gobierno de la 4T, sino que el gobierno de Estados Unidos lanza un nuevo ultimátum a López Obrador para que inicie, como lo ha hecho contra la migración centroamericana, una lucha contra la siembra y tráfico de drogas como la amapola y la producción de heroína, porque si no lo hace, vuelven las amenazas de recortar el personal en aduanas para entorpecer el transito mercancías al vecino país y aplicar aranceles a los productos mexicanos.

Pero no únicamente lo anterior podría aplicar Trump, ya que si el gobierno estadounidense determina que no ha hecho lo suficiente en los próximos 12 meses, podría retirar la certificación a México, lo que implicaría retener ayuda financiera y bloquear préstamos de organismos multilaterales, como ya ocurrió en Bolivia y Venezuela, no así con Colombia. ¿Usted qué opina?

* El autor es periodista independiente.