Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

¿Y los candidatos/as de la oposición?

Dentro de los partidos que forman parte de la oposición hay una gran cantidad de nombres que han surgido como posibles candidatos y candidatas presidenciales para 2024.

Dentro de los partidos que forman parte de la oposición hay una gran cantidad de nombres que han surgido como posibles candidatos y candidatas presidenciales para 2024, pero hasta ahora no hay nada seguro. Tampoco hay una medición medianamente confiable que permita afirmar cuál de todos ellos o ellas tendrían más posibilidades de competir contra el partido en el gobierno.

La selección del candidato entre los partidos de oposición será sumamente compleja. Primero porque estos partidos irán coaligados y eso supone conflictivas negociaciones y acuerdos. Y segundo, porque no hay hasta ahora un candidato o una candidata con un perfil sobresaliente y por encima de todos los demás, lo que facilitaría el proceso de la negociación entre los partidos.

Hay que partir de una premisa fundamental: para que los partidos de oposición puedan tener alguna posibilidad de ganar la presidencia, requieren evidentemente un candidato o una candidata con alta capacidad de competitividad, en unos comicios que se van a caracterizar por su aspereza e intensidad política.

Entonces, sí hay muchos nombres y prospectos que se manejan, pero muy pocos tienen el perfil que se requiere. El PAN, por ejemplo, ha dado a conocer nombres como el de Lily Téllez, Ricardo Anaya, Santiago Creel, Mauricio Vila, María Campos, Mauricio Kuri, Damián Zepeda, Gabriel Quadri y Margarita Zavala, principalmente.

El PRI ha manejado los nombres de Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Alejandro Moreno (Alito) y Alejandro Murat. El PRD dio a conocer a Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles. El MC por su lado ha sugerido a Luis Donaldo Colosio Riojas, Enrique Alfaro y Samuel García.

Si hacemos una depuración realista, la verdad es que el PAN sólo tiene a Lily Téllez y algunos de los tres ex gobernadores como Vila, Campos o Kuri. Candidatos como Anaya no tendría ninguna oportunidad por sus implicaciones políticas. Anaya podría ser competitivo, pero también puede fortalecer al morenismo y la polarización electoral.

El PRI sólo tiene como candidatos con más posibilidades a Enrique de la Madrid y a Beatriz Paredes. Los otros no tienen ninguna ventaja. Los del PRD no tienen ninguna posibilidad. El MC tiene candidatos para “intercambiar” o negociar con otros partidos, pero sus posibilidades de competir son muy bajas, por lo menos hasta ahora.

Pero, ¿cuál sería el mejor candidato o candidata de la oposición? Para eso tiene que leerse y entenderse el contexto de la elección presidencial de 2024. La coyuntura y las circunstancias obligan a que sea un candidato/a con una sólida formación y visión política, con claridad ideológica, y con capacidad de acercarse a los más variados grupos de la sociedad para escuchar sus reclamos.

Sin embargo, también hay un perfil como el de Lily Téllez, que es muy eficaz en la tribuna del Senado, pero se desdibuja a la hora de las propuestas. No obstante, ella puede ser la candidata con la que hay más identidad de una parte del electorado de la clase media, justamente porque se enfrenta y cuestiona al gobierno de Morena y sus políticas adoptadas hasta ahora.

El perfil de Téllez demuestra que el candidato de la oposición en esta coyuntura política específica, debe ser alguien que tenga capacidad de abanderar el enojo y la frustración que hay ante el gobierno de López Obrador, al tiempo que propone revertir las medidas regresivas que ha promovido la 4T, entre ellas el debilitamiento de la democracia. Hasta ahora sólo Lily Téllez y Anaya tienen este perfil. Los demás son tibios y no encajan en el contexto político actual.

Si la candidata elegida por AMLO es, finalmente, Claudia Sheinbaum y por el lado de la oposición la candidata fuera Lily Téllez, tendríamos así dos mujeres compitiendo por el poder presidencial, lo que también le daría una connotación distinta a la lucha por la presidencia en México. Para mi este sería el mejor escenario.

Hasta ahora no hay ninguna garantía de que los partidos de la oposición entiendan la particularidad del momento que se está viviendo en el país. Algunos de ellos (MC, PES) están jugando otras cartas que no favorecen un cambio profundo en el país. Otros están fracturados y en desbandada. Lo que sí parece haber es una sociedad que empieza a reclamar y a cuestionar el comportamiento de los partidos.

El candidato o la candidata de la oposición deberían responder a estos reclamos que están brotando de la sociedad civil. No es el momento de debates estériles o confusos “proyectos de nación”. El dilema debería estar claro: o el país es arrastrado al abismo del populismo que está representando Morena, o bien hay una alternativa que se inscriba en los lineamientos más amplios de la democracia liberal y las libertades.

*El autor es analista político

En esta nota