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Todos tienen el mismo origen

El Partido Nacional Revolucionario (PNR) fue fundado por Plutarco Elías Calles el 4 de marzo de 1929, el propósito fue aglutinar las fuerzas políticas dispersas y reducir el número de partidos que existían en diversos estados de la república y construir una fuerza única para mantener el control férreo del país, e integrar a todas las fuerzas políticas que estaban esparcidas por todo el territorio nacional.

El Partido Nacional Revolucionario (PNR) fue fundado por Plutarco Elías Calles el 4 de marzo de 1929, el propósito fue aglutinar las fuerzas políticas dispersas y reducir el número de partidos que existían en diversos estados de la república y construir una fuerza única para mantener el control férreo del país, e integrar a todas las fuerzas políticas que estaban esparcidas por todo el territorio nacional. Estos fueron los herederos de las gestas de la revolución mexicana. El legado que dejó la integración de un solo partido fue la concentración del poder y el autoritarismo que ha caracterizado a nuestro país en distintas etapas históricas, algunas ocasiones más acentuado y en otras más flexible, más democrática sobre todo a partir del año 2000. En la actualidad, existe la tentación con este gobierno de regresar al pasado y revivir esas prácticas.

El país de un solo hombre, la concentración del poder, la verticalidad de las decisiones ha renacido. Hoy como ayer, nada se mueve sin el consentimiento del presidente de la república, sean asuntos administrativos o políticos que se debaten en el país y en las cámaras de diputados y senadores. Aun cuando el presidente siempre ha sostenido literalmente que no “somos iguales”, la realidad es que, si son lo mismo, todos son iguales, todos tienen un mismo origen, todos tienen el mismo ADN. Aun cuando se transformen o se pongan botarga, la esencia persiste, aunque cambie la forma. Como dijera el clásico “la forma es fondo”. Veamos más de cerca, cual es el origen de los miembros más destacados de la presente administración. Para empezar López Obrador y los que a continuación mencionaremos provienen del PRI, Marcelo Ebrard, Manuel Bartlett, Ricardo Monreal, Alfonso Durazo, Esteban Moctezuma Barragán y Porfirio Muñoz Ledo (expresidente del PRI y PRD). Estas son las cartas credenciales de los actuales funcionarios de primer lugar que dicen ser distintos. La mayoría de ellos dejaron al PRI en un movimiento de incisión encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, resentidos e inconformes con la forma en que el PRI elegía a sus candidatos. Cárdenas encabezó la escisión y ruptura con el PRI para constituir el Frente Democrático Nacional, precursor del PRD.

De las filas del PAN, instituto político creado en 1939 para oponerse a las grandes transformaciones que se estaban llevando a cabo y que históricamente es y ha sido el verdadero adversario del PRI al cual logró derrotar en el año 2000. Hoy muchos de ellos abandonaron su ideología para integrarse a Morena que se constituyó en un partido de gentes inconformes, como el caso de Manuel Espino (expresidente del PAN), German Martínez (también expresidente del PAN) y Tatiana Clouthier, hija de un líder carismático que compitió por la presidencia de la república, por mencionar a los más destacados.

De la izquierda tradicional heredera de los movimientos clandestinos como la Liga 23 de septiembre, del partido comunista mexicano, la guerrilla asentada en la sierra de Guerrero y de otras células beligerantes que en la década de los 60's y 70's asolaron al gobierno, después del movimiento estudiantil de 1968. Esta es la verdadera composición, que ha quedado reducida al “pragmatismo” político sin importar las “ideas” Hoy los reencarnados reniegan de su pasado priista, negando todo aquello que los hermana pero que han sabido potenciar, a pesar de que siempre han culpado de todo a los que gobernaron en el pasado, la tentación no desaparece de gobernar como en el pasado. Concentrando el poder, con alabanzas al presidente, la disciplina partidaria, la lealtad a ciegas y el autoritarismo en su máxima expresión. A pesar de que en el “púlpito” de la “pureza” de las mañaneras, se repitan las famosas frases de, no robar, no mentir y no traicionar. ¿Será verdad que terminarán con la corrupción y que no son iguales a sus hermanos de ADN?

*- El autor es economista egresado de la UABC.

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