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Tiempos sombríos

En opinión anticipada señalamos que la oligarquía depredadora bajacaliforniana rebasó sus bodas de oro.

En opinión anticipada señalamos que la oligarquía depredadora bajacaliforniana rebasó sus bodas de oro (arriba de medio siglo) en placentera luna de miel con la usura capitalista gringa estableciendo, dicho dominio económico, en base a una temporalidad que cronológicamente la clase política y patronal regional desde su formación ha sido prototipo de entreguismo, corrupción y supeditación al oloroso dólar cuya penetrante fragancia siempre sedujo a continuos como impunes gobernantes: celebres por servir, a la par de obtener regalías, del poder económico en ultraje de la sociedad.

El tiempo, afirman los que anteponen el espíritu sobre el ser al convertirse en ayer simplemente se va, lo cual, en contradicción con el materialismo histórico el que se fue es el individuo ya que el tiempo se queda, persiste como referente certificador de cambios, resistencias o estabilidad de forma tal que sobre dicho trama germinó una Baja California desatendida, empleitada, invadida y apartada del centro político del país que, para bien o mal, comenzó a “desarrollarse” al “amparo” de lucrativos interese gringos en sociabilidad con prestanombres o mercaderes que encadenaron a esta frontera al poder estratégico californiano (telefonía, electricidad, ferrocarril, finanzas, etcétera ).

Una vez consolidada la sujeción bajacaliforniana; la pandilla revolucionaria considerando que a “río revuelto ganancia de pescadores” designaron comisarios para con plenas facultades emprender visionarios, prósperos y competitivos negocios capaces de atraer hartas divisas que bajo la impunidad e inmoralidad detonaron el rentable comercio de alcohol, drogas, prostitución, contrabando, casinos, dolarización y consecuentes procederes como ha sido el acaparamiento del suelo urbano, trafique de playas, timo de bienes raíces, promoción de la educación privada y monopolio de múltiples negocios los que bosquejan el retrato hablado de gobernantes pasados y presentes cómplices de la sucesiva casta empresarial arrasadora de lo habido y por haber.

Porque si algo dejaron los políticos pioneros herederos de la revolución mexicana hecha gobierno en sus correrías por Baja California fue, exactamente, el cómo robarse los recursos naturales y el patrimonio social que sus ladrones relevos ininterrumpidamente han repetido, reproducido y aumentado sin importar el carácter inmoral o mafioso del capital original que, repetimos, por más que finjan amnesia proviene de la promoción y consumo del vicio cuya destreza para hacer política y acumular fortunas a implicado una legendaria mancha llamada perversión.

De allí el empeño de los desvelados positivistas en vender la falsa idea de que el tiempo se fue, no retorna o se desvanece cuando realmente la categoría llamada TIEMPO se queda pues en oposición a tal patraña los únicos que se van y transitan son los individuos causantes de perpetuar, modificar o retroceder el existir individual o colectivo del sujeto económico y político sojuzgados, desde luego, por las leyes encargadas de mover a la sociedad que, en Baja California, los antiguos intereses pro gringos continúan aquí asentados por seguir inalterables.

De los voraces comisarios obregonista-callistas, a la rufomanía derechista llegando a míster Jaime Bonilla Valdez el tiempo, espacio y movimiento continúa siendo el mismo…







* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.