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¿Por qué perdió el PAN?

Lo más común después de una derrota política de esta dimensión.

Un tema que se me había quedado en el tintero es el de la derrota electoral del PAN en Baja California, que no obstante haber estado en el gobierno durante largos treinta años, ha pasado como algo insignificante.

Enseguida apunto algunas líneas para reflexionar, aprovechando el fin del año. Lo más común después de una derrota política de esta dimensión, es que los líderes de los partidos digan algunas cosas como estas: “así es la democracia; los ciudadanos nos perdieron la confianza; cometimos algunos errores pero no todo lo hicimos mal; hubo una campaña en nuestra contra”, y cosas parecidas.

Hasta ahora es lo que han dicho algunos panistas. Pero también deslizaron una idea que engloba a las demás y salomónicamente deja el asunto saldado: La responsabilidad de la derrota no es de los auténticos panistas, es de los que se “desviaron” de la esencia del blanquiazul.

La culpa no es del partido sino de algunos panistas. Y así por el estilo. En realidad, los panistas no han hecho ninguna reflexión seria sobre por qué perdieron el poder en BC, ni la van a hacer, como tampoco otros partidos la han hecho.

Pero tampoco en otros ambientes o espacios se ha intentado analizar las causas de lo que sucedió en la pasada elección, como casi siempre ocurre en estos lares.

Desde mi punto de vista, el PAN perdió el gobierno en BC porque no supo ni aprendió a gobernar, o porque nunca tuvo un proyecto de cambio como partido, y porque nunca concibió ganar el gobierno para promover grandes cambios, que son eslabones de esta misma idea.

Pongamos un ejemplo. El PAN no gobernó pensando en avanzar o profundizar en la construcción de una institucionalidad democrática, o en desmontar el viejo régimen priista para poner otros cimientos; o en crear las condiciones para la aplicación de la Ley, o en las condiciones para fomentar la igualdad social, para garantizar la educación y la salud, o para darle mayor poder a los ciudadanos en las decisiones del gobierno, por mencionar sólo algunos puntos.

El PAN no supo para qué es el gobierno o, mejor dicho, torció su sentido. Y no lo supo en gran medida por las limitaciones inherentes al panismo, en cuyas referencias ideológicas hay una vena que se nutre de la doctrina social de la Iglesia católica, pero también de una visión muy conservadora y clasista de la sociedad que choca con los procesos de modernización cultural.

El panismo que gobernó en BC, y en otras partes, se constituyó principalmente por un perfil empresarial que impuso esquemas y métodos en los gobiernos que no funcionan o no sirven en el ejercicio del poder, y que cubren aspectos desde los criterios de calidad o eficiencia, hasta aspectos como la participación política, la ciudadanía, la igualdad social y la democracia.

Guiados por esas referencias políticas-empresariales, los panistas mantuvieron los mismos cimientos autoritarios del régimen anterior y diseñaron y aplicaron nuevos métodos de manipulación y control de los ciudadanos, usando el poder y los recursos de los gobiernos para ganar elecciones, para imponer proyectos y para formar grupos afines mediante el ascenso en sus carreras políticas.

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