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Perdono pero no olvido

Juzgar a los demás por los errores que cometen es un deporte natural en el ser humano. Es más, se dice que no te debe dar pena intentar algo nuevo.

"No podemos cambiar nada hasta que lo aceptamos. La condenación no libera sino que oprime"

Carl Jung.

Juzgar a los demás por los errores que cometen es un deporte natural en el ser humano. Es más, se dice que no te debe dar pena intentar algo nuevo, ya que si está mal te saldrán muchos asesores que te indicaran que es lo que está mal, y sin cobrarte un solo quinto.

El por qué de esto

Todos cometemos errores, nadie es perfecto, pero la reacción que tenemos cuando cometemos un error puede ser la mejor manera de evaluar los de nuestros semejantes.

Un primer problema cuando evaluamos a la gente por sus errores: lo que estamos haciendo es evaluar lo que percibimos como errores. Es clásica la historia del joven papá con dos niños pequeños que se sube al metro en NY, domingo por la mañana, y va lleno de adultos mayores. Los niños gritan, corren y lloran, y el papa no les dice nada. Uno de los pasajeros se encara con el papa y le reclama que no contenga a sus hijos. El papá voltea y le responde: “disculpe, venimos del hospital, mi esposa acaba de fallecer, vengo anonadado”; inmediatamente toda la gente cambia de parecer al respecto.

Por otro lado, cuando la gente comete errores los juzgamos, pero cuando los comete uno tenemos varias razones para justificarlos: “estaba muy cansado, o muy molesto cuando tomé esa decisión, por eso me equivoqué”.

También es cierto que desde el punto de vista legal cuando alguien comete un delito es lógico que tiene que pagar por ello, y ahí si es necesario el proceso judicial y pagar su culpa.

Sugerencia práctica

Scott Adams en su libro “Loserthink”, comenta que podemos implementar un sistema que nos puede servir para ser mejores jueces de nuestros semejantes al momento de evaluarlos por haberse equivocado. El sistema consiste en cuatro aspectos que nos pueden ayudar más que a calificar el error es a evaluar a la persona por lo que hace después de cometer el error. Veamos:

A) Si la persona (o uno mismo) reconoce totalmente el error y sus consecuencias. Esto significa que en lugar de justificar el error lo acepta, y procurará no repetirlo.

B) Expresión sincera de remordimientos. El lenguaje corporal es clave y nos puede indicar si es sincero al expresar su pesar.

C) Explicación de cómo se piensa rectificar. Si devuelve lo que tomó pensando que era suyo es sin duda muy buena señal.

D) Acciones que tomará para evitar errores parecidos. Mientras esté a dieta no compraré pan dulce, estupendo.

Conclusión

Estimado lector, se dice que más importante que los objetivos en la vida son los sistemas que implementas para poder adquirirlos. Creo que si en lo personal practicamos este sistema que promueve Adams, y lo usamos como criterio para juzgar a los demás el ambiente en el que nos movamos será más sano. Y esto es bueno.

*- El autor es socio del Despacho Asesores Ballesteros.

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