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Oposición, actividad esencial

En toda sociedad democrática es necesario que el partido en el gobierno sea acompañado, vigilado, cuestionado, equilibrado en el ejercicio del poder, por la oposición que va desde los partidos adversarios, pasando por empresarios, sociedad civil, ciudadanía.

En toda sociedad democrática es necesario que el partido en el gobierno sea acompañado, vigilado, cuestionado, equilibrado en el ejercicio del poder, por la oposición que va desde los partidos adversarios, pasando por empresarios, sociedad civil, ciudadanía.

Los opositores deben ser inteligentes para lograr ser contrapeso o nunca dejarán de ser adversarios.

En Baja California está el PAN, Coparmex, Canirac, algunos grupos de resistencia, en algunos temas las iglesias desde la católica hasta la cristiana que intentan llenar los pocos espacios que dejó Morena el pasado 2 de junio, pero que por acciones impopulares, por descréditos propios y el revés de la Corte, se han ido ensanchando los espacios y es ahí donde los opositores intentan introducirse.

Aún es una lánguida oposición en el estado, que intenta acercarse a una ciudadanía que si bien critica al partido en el poder, no deja de odiar a su más inmediato perseguidor, el PAN, después de estar 30 años en el poder.

Desde las filas del blanquiazul se ve en primer lugar un desgaste que traen por el gobierno anterior, encabezado por Kiko Vega, por lo que deben ser muy cuidadosos con los temas y tratarlos desde un punto de vista ciudadano, no como partido y menos como Acción Nacional.

El primer reto que tiene este instituto político, como principal fuerza opositora y mayormente articulada que cualquier otra, tiene que ser mantener la unidad interna, lograr entender que si no se dejan sus diferencias va a ser muy difícil vencer a Morena el 2021.

Ese es el primer escollo que tienen que consolidar, el segundo es recuperar la confianza de la sociedad. Primero escuchándola, después lograr articularse con ella para estar al frente de sus demandas. Lo cual suena más complicado.

Se tienen que abrir a que participen en política ciudadanos, con reconocimiento y trayectoria pública. Si quieren acaparar candidaturas solamente para militantes, va a estar casi imposible que se reposicionen.

A estos dos retos se le sumaría la capacidad que se tenga, como oposición, para lograr alianzas con otras fuerzas políticas y coincidir en lo que puede ser común y tener la capacidad de respetar las diferencias.

El escenario del 21 no está fácil, ya que aunque aquí en el estado los gobiernos de Morena han estado plagados de yerros y han caído en lo que criticaban, a nivel nacional tienen un líder que pese a los señalamientos en su contra aun transmite su mensaje a la gente y al sector que él quiere llegar. No está fácil ganar para los blanquiazules.

Los panistas buscan medir el termómetro social lo más rápido posible, y le apuestan a la mecánica que tienen en sus internas. Si no vas a votar por mí, mínimo no vayas a votar por el rival que está en el poder y así dividir el sufragio.

Tal vez el que sean ciudadanos sus candidatos no les dará muchos votos extras entre su militancia y simpatizantes, pero sí consolida a los indecisos, que alguna vez tuvieron y sienten con ello que los panistas rectificaron.

Deberán buscar que los abanderen ciudadanos, sobre todo en el tema gubernatura y presidencias municipales, para lograr enamorar a un electorado que hoy más que nunca se siente traicionado, solo, aislado, lleno de dudas y desesperanzas.

Complicado que ciudadanos acepten enarbolar otras banderas políticas en el cercano proceso electoral. Quizá los panistas aún tengan esa oportunidad, con todo y el coronavirus.

La verdad sea dicha

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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