Nueva oportunidad para el desarrollo

Buenos amigos que están en el sector manufacturero exportador y también en el sector inmobiliario industrial, sea por su vínculo con parques industriales o empresas shelter (albergue), me comentan que empresas de varios países están trasladando la producción a nuestro país, con el objetivo de acercarse lo más posible a Estados Unidos.

Algunas más, me dicen, son empresas que están valorando ubicarse en México, por lo que se acercan a preguntar al gobierno, organismo del sector privado y bancos sobre los costos directos e indirectos de producción, características sobre la infraestructura, las actuales condiciones de vida, vivienda y educación, la percepción sobre estabilidad social y seguridad, entre otros factores que son determinantes para seguir con la idea de reubicarse.

Esto evidencia que el T-MEC ofrece ventajas (como o hizo por muchos años el entonces TLCAN), para evitar el pago de impuestos al comercio exterior, para evitar interrupciones en las cadenas de valor y suministro principalmente desde fabricantes asiáticos y además evitar de nueva cuenta el riesgo de que cierren producción firmas como fue desde China cuando la pandemia de COVID nos sorprendió a todos. También, evitar inconvenientes por otro acontecimiento que nos sorprendió de la noche a la mañana, cuando la invasión de Rusia a Ucrania, la cual llega a un año y no tiene claridad de cuándo y como puede terminar.

Varios estados de la República y en ellos también algunas ciudades pueden ser receptoras de empresas y procesos acudiendo como posibilidad el nearshoring. Aquí en Baja California obviamente está nuestra ciudad capital, pero también Tijuana, Tecate y Rosarito se habla de Chihuahua en Ciudad Juárez, pero también está Chihuahua capital, que tiene una pujante industria manufacturera; Nuevo León, ni duda cabe que es referente natural para reubicar procesos y compañías, por eso estamos sabiendo que Tesla tiene la idea de construir una gigafábrica; Tamaulipas también abre posibilidad de recibir proyectos productivos, lo mismo que Coahuila y Sonora.

Columnas

¿Hacia dónde vamos?

Esto si se piensa en la frontera norte, pero hay otros estados y municipios que pueden ser receptores de líneas de producción, centros de diseño o Hubs de distribución y almacenamiento, como pueden ser el Bajío (Querétaro, San Luis Potosí, Aguascalientes y Guanajuato) y en otros estados como Yucatán si pueden ser cubiertas las necesidades empresariales de capital humano e infraestructura.

En cualquier estado o ciudad, lo que deberá ser importante factor para determinar que una empresa aterrice, será la garantía de abastecimiento de energía eléctrica y un intangible que es fundamental: la seguridad de las personas, del transporte, de las empresas, de las mercancías.

Quiero aclarar que el nearshoring puede ser tanto para grandes empresas, como lo mencionó de Tesla, pero también para firmas de tamaño mediano y/o pequeño, que pueden participar como proveedoras de las grandes exportadoras, pero también ayudar a las grandes a que complementen sus procesos por ejemplo bajo una submaquiladora si se trata de firmas que operan bajo un programa IMMEX; es decir, pueden convertirse en exportadoras indirectas, lo que les abre la posibilidad de ser proveedores de clase mundial y otras compañías pueden acercarse a ella y así pasar a un escalón superior en la manufactura global.

Las oportunidades de captar nuevas empresas o ampliar las existentes se abren para Mexicali, Baja California y México; solamente tengamos cuidado de no espantar a los tomadores de decisión con señales públicas engañosas o encontradas. Comento esto último porque a Tesla la empiezan a enredar entre ubicarse en Nuevo León o ponerse cerca del AIFA por presión política para así artificialmente hacer atractivo a ese aeropuerto.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.