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Nos mandaron al diablo Somos lo que hacemos

Seguramente producto de nuestro desdén por la causa pública nuestros políticos siguen haciendo lo que les viene en gana, es urgente que los ciudadanos dejemos de ser simples espectadores y les hagamos ver que ya no podrán seguir viéndonos la cara de manera permanente.  

Seguramente producto de nuestro desdén por la causa pública nuestros políticos siguen haciendo lo que les viene en gana, es urgente que los ciudadanos dejemos de ser simples espectadores y les hagamos ver que ya no podrán seguir viéndonos la cara de manera permanente.

Hace 3 años un grupo de ciudadanos decidimos remangarnos las mangas y trabajar en la construcción de un Sistema Estatal Anticorrupción, lo hemos hecho con la firme convicción de que para que el mismo pueda funcionar es indispensable hacerlo bajo tres principios: máxima ciudadanización, absoluta independencia y gestión financiera para hacerse de los medios necesarios para combatir la terrible corrupción imperante en los tres niveles de gobierno de nuestro estado. De algo estamos seguros: no queremos caudillos, queremos que la base sea ciudadana y para ello es fundamental que seamos nosotros, los ciudadanos y no los políticos, los que lo conformemos, que los funcionarios que lo integren se deban a la sociedad, no a los partidos políticos de siempre.

El sistema requiere del nombramiento de posiciones claves: Magistrado anticorrupción, Fiscal Anticorrupción, Auditor del Estado y los titulares de los órganos internos de control, para ser fiel al principio de máxima ciudadanización hace dos años promovimos la creación de una Comisión Especial, integrada por 4 ciudadanos y por 3 diputados para llevar el proceso de entrevistas de los aspirantes a los cargos antes mencionados, logramos ser el único estado de todo el país con un mecanismo en el cual los ciudadanos somos mayoría, con ese ánimo decidimos seguir transitando en la construcción de lo que creemos debe ser el mejor sistema anticorrupción del país.

Hace unos días, los 4 ciudadanos, Consejeros Honoríficos del Comité de Participación Ciudadana y el Diputado Andrés de la Rosa, dictaminamos un listado en el cual dimos a conocer nuestro resultado del proceso de evaluación, determinamos del 1 al 6 el orden, según el grado de idoneidad, para que el Congreso nombrara a quien sería el Magistrado Anticorrupción; oh sorpresa: los diputados, sí con minúscula, determinaron por un total de 19 de 23 votos que el número 6 de esa lista era el más apto, les importo un carajo la recomendación de los ciudadanos que tenemos ya años en el tema, que hemos demostrado con la fuerza de la tenacidad y de nuestros argumentos que ellos, que deberían cobrar para servir, lo hacen sin reparo alguno más allá que el de sus intereses y de los partidos que representan.

El Magistrado nombrado resulta ser compadre del diputado Arregui, si, con minúsculas y amigo de la infancia de otro; Bernardo Padilla, no tiene experiencia sino en ramos del derecho ajenos a la materia y presumiblemente mintió en relación a su residencia, requisito indispensable para su nombramiento, lo que si tiene es compadre y amigo diputado que pueden más que los ciudadanos que queremos hacer las cosas bien, tanto que Arregui terminó afirmando, con cierta diarrea mental, que los ciudadanos que queremos la transparencia, tenemos intereses obscuros en el tema; de plano que poca madre: ellos piensan que todos somos iguales.

Nos mandaron al diablo, tal vez un poco más lejos; nosotros seguiremos defendiendo la causa en la que creemos, la de los ciudadanos que necesitan de contrapesos para el combate a la corrupción, al respecto una sola pregunta, ¿hasta cuándo les permitiremos que nos sigan viendo la cara?







*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.