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Mismo rostro…pero estirado

Previo a irse de motu proprio o ser expulsado del PRD; Muñoz Ledo asumió que la “democracia en México necesariamente tenía que transitar por la democratización del PRI” pues, para Porfirio, intentar lo contrario sería lanzarse al desfiladero.

Previo a irse de motu proprio o ser expulsado del PRD; Muñoz Ledo asumió que la “democracia en México necesariamente tenía que transitar por la democratización del PRI” pues, para Porfirio, intentar lo contrario sería lanzarse al desfiladero.

El juicio dado entonces por el actual Senador morenista despertó sentimientos encontrados, no obstante, tuvieron crédito al provenir de un célebre ideólogo, operador y conocedor de las mañas del instrumento avasallante de los mexicanos, los que molestos pero resignados, no veían para cuando llegaría la nueva estampa priista, razón de más, si el pueblo sentía que la maquinaria pronosticada por el exdirigente nacional tricolor (Porfirio) había viajado, de partido antidemocrático servidor de la burguesía criolla, hasta los confines donde el neoliberalismo hincaba el diente capitalista.

Incrementado a la vista y sentir de los mexicanos el acaparamiento y centralización de las riqueza en pocas manos, la esperanza de cambiar al partido oficial por uno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo fue algo fantasioso e inadmisible por haber estimado que la mafia del poder purificaría el hígado canceroso del Priato cuando, distantes a esa posibilidad, el partido hecho gobierno arrecio’ su despotismo en contra de una y otra expresión opositora: represión sindical antagónica al charrismo, aplastamiento a estudiantes en rebeldía, brutalidad contra movimientos populares o aniquilamiento de guerrilleros fueron algunos “estímulos democráticos” priistas previos a contraatacar y maldecir a la disidencia liderada por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas.

Y luego vino la herencia del periodo: de Díaz Ordaz a la docena trágica Fox y Calderón –pasando por el salinato y Peña- los neoliberales lograron afianzar lo mejor del modelo hambreador aunque, ironías del fatalismo capitalista, las contradicciones de la usura global no siempre favoreció, socialmente hablando, a la oligarquía domestica de manera que los reveses políticos asomaron y con ello la urgencia de oxigenar, airar al PRI así fuera a costa de sacrificar algo destacando, en cuanto tentadora estrategia, el montarse sobre el PRD lo que resulto’ innecesario al no producirse una sustancial crisis al interior del prigobierno.

El sentido de la historia, sin embargo, encuentra su razón de ser cuando dispara al pasado apuntando al futuro, por tanto, así como el tricolor no estimo’ necesario infiltrar cabalmente al perredismo (contrariamente las izquierdas excluyeron a ex priistas fundadores) es de presumir, que Morena, aparte de incluir a cuadros sobresalientes del vetusto PRI dejo’, en tales vicios, maquinar una relevante diferencia: el PRD impuso’ frenos a las nefastas practicas priistas en resguardo de sus izquierdas, en cambio, Morena, ya convertida en Primor, consagro’ su prioridad en censurar, arrinconar y despreciar a los “comunistoides” imponiendo, al mejor estilo del prigobierno, su gracia intolerante y hasta retardataria: rasgos de la corrupción, impunidad y orden caciquil.

Por eso; el Primor no solo niega a la izquierda sino, en parejas circunstancias, a liderazgos ciudadanos opositores al sistema dominante que aquí, en Baja California, observan él porque’ los narcisistas juran ser los “rostros del cambio” como si el estiramiento o planchado de cara pudiera disimular su auténtica identidad política e ideológica…

* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.

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