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Marina del Pilar y la media vuelta

El fiscal general del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, conocido popularmente como “Titi”, anunció esta semana su renuncia al cargo.

El fiscal general del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, conocido popularmente como “Titi”, anunció esta semana su renuncia al cargo. La gobernadora de Baja California, la joven, ni tan joven, Marina del Pilar, reconoció el trabajo realizado y le entregó un reconocimiento.

Lo cierto es que Ruiz Hernández no renunció, lo renunciaron, que es igual, pero no es lo mismo. Tras la aprobación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la fiscalía perdía muchísimo poder y “Titi” Ruiz fue orillado a separarse del puesto.

Claramente, el ahora exfiscal tomó la decisión correcta. El experimento de desaparecer la secretaría de seguridad y darle todo el poder a la fiscalía fue un rotundo fracaso. La inseguridad, la violencia, y, particularmente, los homicidios, no han hecho sino aumentar en Baja California. Hacerse a un lado, y permitir se intente algo distinto, fue la mejor decisión de Ruiz Hernández.

Resulta curioso recordar que Jaime Bonilla intentó modificar la ley para que su compadre permaneciera como fiscal hasta 2028, es decir, un total de nueve largos años en el cargo. Al final, ni siquiera cumplió el periodo que le correspondía, el cual era hasta 2024, y solamente estuvo dos años al frente de la fiscalía.

Marina del Pilar vuelve a derrotar, políticamente hablando, a Jaime Bonilla. En primer lugar, la actual mandataria consiguió la aprobación de la secretaría de seguridad ciudadana, a pesar de las trabas que el exgobernador buscó colocar. Y, para rematar, Ávila Olmeda consiguió la renuncia del compadre de Bonilla Valdez.

Tras la salida de “Titi” Ruiz de la fiscalía general del Estado, esperemos que el exgobernador deje de contar con 19 escoltas. Sin su compadre al frente de dicha dependencia, esos elementos de seguridad deben regresar a las calles para buscar proteger a la ciudadanía.

Pero la posibilidad de que le quiten los escoltas seguramente es la menor preocupación del exmandatario estatal. Bonilla debe sentirse intranquilo pues su compadre ya no está para cuidarle las espaldas en la fiscalía.

A lo largo de los últimos días, se han ventilado diferentes escándalos de corrupción de la administración bonillista: el dinero desaparecido que supuestamente recaudó Fisamex, la renta de un edificio en ruinas por tres millones de pesos, entre muchos otros. Si así lo decidieran, la actual administración podría proceder en contra del exmandatario.

El siguiente paso es exigirle a Marina del Pilar resultados en materia de seguridad pública. A los ciudadanos no nos importa que la gobernadora derrote a Jaime Bonilla en el tablero político. Lo que nos interesa es que la creación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y la renuncia del fiscal, se traduzca en más seguridad en nuestra entidad federativa.

“No me voy por presiones, ni por ser compadre de Bonilla”, dijo Ruiz Hernández. A sabiendas de que a Marina del Pilar le gusta eso de la cantada, bien podría la gobernadora dedicarle al “Titi” Ruiz: “te vas porque yo quiero que te vayas”.

*- El autor es abogado y conductor de televisión.

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