Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Los ayuntamientos de Morena en BC

Los gobiernos municipales de Morena en Baja California, en particular los alcaldes y las alcadesas, se caracterizan por tener las calificaciones más bajas.

Los gobiernos municipales de Morena en Baja California, en particular los alcaldes y las alcadesas, se caracterizan por tener las calificaciones más bajas, según algunas casas encuestadoras que han evaluado su desempeño desde hace un año. Más bajas con respecto a otros presidentes municipales del país que gobiernan ciudades parecidas, y también con respecto a otros alcaldes que los antecedieron en la entidad.

En una evaluación reciente de150 presidentes municipales realizada por Mitofsky, el alcalde de Tecate Darío Benitez ocupa el lugar 25 con el 53.5 por ciento; Norma Bustamante de Mexicali tiene el lugar 35 con el 52.2 por ciento; Armando Ayala de Ensenada está en el lugar 48 con el 50 por ciento; Monserrat Caballero de Tijuana está en el lugar 65 con el 47.3 por ciento y, por último, Aracely Brown de Playas de Rosarito tiene el lugar 90 con el 43.7 por ciento. Es decir, con excepción del acalde de Tecate (extrañamente) y de Norma Bustamante de Mexicali, el resto está en un lugar muy lejano y con porcentajes por debajo del 50 por ciento.

Por otro lado, la encuestadora Demoscopia Digital en su evaluación de septiembre, a un año de la gestión de los alcaldes, dio un 60 por ciento de aprobación a la alcaldesa de Mexicali, 60 para el acalde de Ensenada, 51.3 por ciento para la alcaldesa de Playas de Rosarito, 49.6 para Tecate y en último lugar a Monserrat Caballero de Tijuana con 42.8 por ciento.

La alcaldesa de Tijuana es la peor evaluada en casi todos los estudios demoscópicos, al lado de la de Playas de Rosarito y el acalde de Tecate, y en una posición que oscila entre el 50 y el 60 por ciento está la alcaldesa de Mexicali y el acalde de Ensenada. Si utilizamos una escala del 1 al 10, diríamos que el más alto pasa con 6 y todos los demás reprueban.

¿Cómo se explican tan malas notas de los alcaldes y alcadesas de Morena en la entidad? Entre varios factores, destacaría los siguientes. Todos los alcaldes de Morena, incluyendo a los que llegaron hace cuatro años y se religieron en 2021 (Ensenada y Playas de Rosarito), no tenían ninguna experiencia previa en el manejo del gobierno o en la administración pública. Se hicieron alcaldes o alcaldesas por una lógica política y partidista y no necesariamente por sus méritos, como suele ocurrir generalmente.

En segundo lugar, desde la mini gubernatura de Bonilla hasta ahora con la de Marina del Pilar, los alcaldes de Morena no se han regido o guiado por un plan y un proyecto de gobierno claro y preciso sobre las tareas principales. Cada uno ha tenido que improvisar y aprender sobre la marcha, empezando desde lo más básico.

En tercer término, siguiendo las consigas generales de la 4T, los ayuntamientos morenistas han “reasignado” el precario presupuesto del gobierno hacia los apoyos y ayudas sociales a los grupos más vulnerables, dejando de lado todos los otros componentes de las ciudades como son los servicios públicos, la pavimentación de las calles, el transporte público, las áreas verdes, etcétera.

Es probable (porque hasta ahora no hay datos para comprobarlo) que estos apoyos estén ayudando a mucha gente, pero al mismo tiempo esta reasignación está produciendo un profundo deterioro de las ciudades. Así, con los gobiernos de Morena, tenemos ciudades más sucias, deterioradas, feas y mal organizadas, más peligrosas e intransitables, y más asoladas por la delincuencia y los grupos del narcotráfico.

En cuarto lugar, un factor que no les ayuda a los alcaldes y alcadesas de Morena en BC, es el pobre discurso político que manejan, un discurso que no comunica nada sustantivo, que muchas veces polariza y divide a los grupos sociales, y que no construye un “liderazgo de la ciudad”, un poco parecido con lo que está pasando con AMLO a nivel nacional. Se siente que nadie tiene el timón de la ciudad y del estado, es decir que no hay rumbo.

La división política, las camarillas que concurren en Morena, las vertientes priistas y panistas, los bonillistas y ahora los marinistas, los oportunistas de toda laya, los que súbitamente descubrieron a los pobres y buscan un puesto en el gobierno, es otro factor determinante del desorden de los alcaldes y las presidentas municipales.

Es decir, no sólo es la falta de experiencia o la falta de preparación política lo que explica que no haya resultados, sino también las características de Morena, que no es un partido en estricto sentido, tampoco un movimiento social. Es, en todo caso, un remolino de expectativas que giran alrededor de López Obrador. Pero a nivel local no hay nada propio, algo que identifique al gobierno de Morena.

Por lo tanto, con Morena, las ciudades y los gobiernos municipales están a la deriva. La sociedad está atomizada, los grupos de poder buscan insertarse en los gobiernos morenistas y, los partidos de oposición están en otros menesteres. No hay futuro.

*El autor es analista político

En esta nota