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Indulto histórico

Dado a luz por un vientre rozagante y satisfecho; el hermano mayor creció rodeado de abundancias que  pocos cubanos podían paladear pues la mayoría subsistía  explotada, marginada y sometida por una clase gobernante y patronal servil a la usura norteamericana.

A la memoria de Roberto Fernández Retamar: Revolucionario cubano de letras, palabra y acción.

Dado a luz por un vientre rozagante y satisfecho; el hermano mayor creció rodeado de abundancias que pocos cubanos podían paladear pues la mayoría subsistía explotada, marginada y sometida por una clase gobernante y patronal servil a la usura norteamericana. En efecto, mientras que el clan familiar perteneció al círculo burgués isleño, los vástagos Castro Ruz coexistían con similares retoños a través de un vergel de opulencia distante al desierto de infortunio humano flagelado por el amo y sus capataces.

Y allí, entre el confort individualista y el duelo social, Fidel Castro comprendió que la principal contradicción del país la representaba una minoría parasitaria de empresarios, clérigos, gobernantes y terratenientes destacando, por otra parte, empresarios gringos que, amparados desde Washington, impusieron en la patria de José Martí un ámbito de corrupción por medio de casinos, prostitución, tráfico y consumo de drogas propios de un neocolonialismo testimoniado por triste y humillada servidumbre.

Así las cosas, diferenciándose de comunistas, anarquistas y otros grupos; los futuros organizadores del Movimiento 26 de Julio optaron por la huelga, desobediencia civil y parejas acciones que los condujeron a la ofensiva armada en contra de una dictadura brutal que para pronto encarceló, torturó, asesinó o desterró a los dirigentes.

Confinados los sobrevivientes liderazgos en diversos presidios, Fidel repensó la estrategia seguida para, en dicha reflexión, revisar a los metafísicos que como Kan y Hegel delimitaban a las categorías, dicho filosóficamente, a “simples formas del entendimiento o componentes de momentos absolutos” llevando, al preso de conciencia, a tomar por asalto las categorías marxistas que configuran lo histórico y lógico con la ciencia social, entre estas, la de “totalidad concreta de la situación concreta” (causa y efecto de la teoría y acción).

El resto vendrá siendo la inquebrantable manifestación obrera, campesina, artística e intelectual conformados por hombres y mujeres que representados por Ernesto, Camilo, Vilma, Frank, Celia, Raúl y otros osaron desafiar, no solo al imperio más sanguinario del mundo, sino también a las castas envilecidas que de México a la Patagonia explotan al pueblo mientras, serviles y empinados, lamen las botas al capitalismo Yanqui.

En aquel contexto, el grupo revolucionario dirigido por Fidel inició la guerra sin reparar en la izquierda dogmática conciliadora y temblorosa terminando, por convertir a la Isla Patria, en un faro de dignidad y soberanía donde tiempo, espacio, honor e igualdad social parejamente han resistido a los lacayos del Tío Sam (OEA) tanto como a invasiones mercenarias, embargos económicos, provocaciones y asedios mil sin nunca jamás claudicar.

70 años atrás recluido en las mazmorras de la dictadura, el entonces universitario Fidel, dio lectura a un texto afirmando “la historia me absolverá” y, por ese hecho, en la cúspide del sumario histórico yace el Comandante Fidel Castro Ruz que fallecido cuatro años atrás (25 de noviembre de 2016) millones lo recuerdan con respeto mientras, la gusanera de Miami y larvas derechistas al estilo Mexicano reposan en el basurero de la historia…

*- El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.

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