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En español existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar... 

Por Jaime Navarro

En español existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar, es atacante; el de salir, es saliente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente. ¿Cuál es el participio activo del verbo ser? El participio activo del verbo ser, es "el ente". Pero, ¿Qué es el ente? Quiere decir que tiene entidad. Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final "-nte". Por lo tanto, a la persona que preside se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga. Se dice capilla ardiente, no ardienta; se dice estudiante, no estudianta; se dice paciente, no pacienta; se dice dirigente y no dirigente, se dice indigenre no indigenta. Nuestros políticos -y muchos periodistas- no sólo hacen un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española. Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos con la esperanza de que el mismo llegue finalmente a todos esos ignorantes. Un grupo de personas que se había reunido con la finalidad de defender el género firmaron un documento, manifestando tal defensa. Ya habían firmado: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el turisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el telefonisto, el trompestisto, el techisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todos, ¡el machisto!. Los artículos acompañan siempre a un sustantivo con el que concuerdan en género (masculino, femenino) y número (singular, plural). En español, existen dos tipos de artículos: los artículos indeterminados (un, una, unos, unas) y los artículos determinados (el/ los, la/las, lo). En los últimos años las personas autollamadas binarias, han desarrollado un tipo de lenguaje muy simpático, han incorporado palabras como el magistrade, todes, todxs, todas y todos, politiques, preses, elle, etc. El uso de la letra «e» como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género. Un mito que empieza a surgir entre los defensores de este lenguaje de moda, es en donde se culpa al genérico masculino como aquel que invisibiliza a la mujer como un reflejo de la sociedad patriarcal y machista, que ha contribuido a la desigualdad entre los sexos y continuar usándolo es perpetuar estas condiciones de desigualdad e injusticia, como si esto fuera una transformación o pensamiento mágico que modificaría la realidad. La verdadera inclusión se debe dar por el respeto y la tolerancia de todos aquellos que se sienten o son diferentes. Se deben tomar acciones que pueden implementar las empresas en pro de la inclusión de la comunidad LGBTI+ en México, para fomentar un mejor ambiente laboral y evitar la discriminación. A pesar de que el avance en este sentido ha sido importante, existen algunos datos que reflejan que esta población continúa siendo objeto de discriminación en el mercado laboral. La dificultad de acceso al empleo, principalmente en el sector formal, constituye el primer obstáculo que confrontan las personas; mientras que para aquellos que se encuentran trabajando, el hostigamiento, el acoso sexual, las condiciones de trabajo y trato desiguales, así́ como la inestabilidad laboral, son algunos de los obstáculos que enfrentan con frecuencia, es ahí en donde se debe enfocar la inclusión, no en nuestro idioma. Algunos políticos o funcionarios públicos han tratado de incorporar palabras como: sospechosismo, la verda, la autorida, dijistes, venistes, dijieron, esque, haigan o haiga sido como haiga sido, como una muestra sobre la ignorancia de ellos mismos, de nuestro idioma y de la gramática del mismo. Uno que está muy bien y que sí podemos aceptarlo, actualmente, en vez de decir: "ese funcionario es UN CARGO PÚBLICO" , -podremos decir sin ánimo de equivocarnos: "ese funcionario es UNA CARGA PÚBLICA.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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