Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

El quebranto en el sector salud

Son muchas críticas las que está recibiendo la actual administración de López Obrador, sin duda le ha tocado “bailar con la más fea” en esta coyuntura. Jamás nadie se hubiera imaginado que estaríamos viviendo una pandemia, que pondría a prueba la capacidad de respuesta del sistema capitalista.

Son muchas críticas las que está recibiendo la actual administración de López Obrador, sin duda le ha tocado “bailar con la más fea” en esta coyuntura. Jamás nadie se hubiera imaginado que estaríamos viviendo una pandemia, que pondría a prueba la capacidad de respuesta del sistema capitalista. Hoy el mundo está transitando por una crisis sanitaria y económica sin precedentes en la historia de la humanidad; a pesar de los grandes avances científicos, no han encontrado la vacuna que salve a miles de personas de la muerte. En nuestro país, esta contingencia ha puesto en el ánimo de la sociedad la capacidad de respuesta ante tamaño reto a la 4T para salir adelante de esta crisis.

El papel nuestro es analizar y describir de manera objetiva lo que observamos que está ocurriendo. Al igual que muchos ciudadanos, desearíamos que todo estuviera bien, que hubiera empleo bien remunerado y una sociedad sana, que existiera una buena convivencia, que no hubiera tanto crimen e inseguridad. Desafortunadamente, todos los días nos encontramos con mucha información negativa, nada que regrese el optimismo, puras noticias malas.

Esta emergencia médica ha puesto al descubierto la demagogia del apoyo a dicho sector. Desde siempre, esto ya es histórico, la indiferencia y menosprecio a proteger a los ciudadanos ha sido evidente. El desmantelamiento del “seguro popular”, sin haber sido sustituido por otra institución, vino a acrecentar el deterioro de los servicios médicos en el país. Durante meses los demandantes de servicios médicos habían alertado a las autoridades de la carencia de medicamento, pero no solo eso, la infraestructura era insuficiente en términos de equipo de alta eficiencia tecnológica, disponibilidad de camas, batas y todo tipo de insumos, que vinieron a demeritar la calidad de los servicios. La calidez y calidad habían quedado en entredicho.

Los trabajadores del sector salud, llámense, doctores, enfermeros, internos o prestadores de servicio social habían visto disminuir su poder adquisitivo por los bajos salarios, las compensaciones y dietas para los pasantes e internos son una “grosería”, dado que les dan más dinero a los “Ninis”, que ni trabajan, ni estudian y tampoco quieren hacerlo. En lugar de estimular a las personas que nos cuidan y que nos pueden salvar la vida, arriesgando la propia. ¿Cómo es posible no proporcionarles el equipo necesario a las personas que nos van a atender en caso de una emergencia? Por qué los mandan a la guerra sin fusil, estando al frente de batalla. Son nuestros “héroes en el infierno” y encima de ello, agredirlos, en lugar de agradecerles. En otras naciones a determinada hora del día, sobre todo en las noches, algunas sociedades europeas les hacen un reconocimiento bien merecido.

En nuestro país, los intereses políticos, la desunión de los gobernadores, en lugar de administrar adecuadamente los recursos públicos, están más preocupados por cuestionar el pacto federal, especialmente en materia fiscal, quieren mayores participaciones. Agréguele usted a gobernadores y funcionarios de todos los niveles que no saben cómo hacer su trabajo. No hay orden, hasta una televisora se pone en rebeldía respecto a las disposiciones sobre la emergencia sanitaria. Al parecer, para el presidente el caos “le cayó como anillo al dedo”, algunos dicen que el “anillo le quedó grande”, otros que se lo colocó a fuerza y no se lo puede sacar y tampoco sabe qué hacer. El barco navega a la deriva, sin rumbo, ante tantas carencias y deterioro del orden social.

Mientras el sector salud continúa con su quebranto, se avecina una contienda electoral, elecciones federales en el 2021 donde ya se siente un enorme desinterés de la comunidad por salir a votar y la presencia de los ya desgastados y quemados líderes de partidos.

*- El autor es economista egresado de la UABC.

En esta nota