El oficio de ser periodista

En este inicio del 2022 no puede pasar desapercibido para la sociedad mexicana, lo que ocurre en el gremio de los periodistas. Más allá de que entre ell@s hay diferencias de criterios para el trabajo producto de diversas y complejas circunstancias como son la preparación misma del periodista, la empresa para la cual labora, la fuente que le es asignada o el contexto sociopolítico y económico en que se desenvuelve; lo cierto es que este oficio es cada vez más riesgoso para quienes, con apasionamiento y profesionalismo se dedican a narrar cotidianamente los aconteceres del mundo que les rodea.

Cierto, hay periodistas privilegiad@s cuya empresa les protege, les paga bien e incluso les reconoce el trabajo, pero en esta ocasión me voy a referir, a l@s periodistas, cuyas empresas son pequeñas, que son freelance y/o quienes son propietari@s de una empresa de comunicación.

El tema es lo riesgoso que fue el 2021 para l@s periodistas, cada vez más acechad@s por diversos frentes, a veces, la misma empresa que no tolera que se piense de forma independiente a los compromisos del dueño del medio; en otras, por publicar información que afecta o descubre los malos manejos de algún político, empresario o grupo de poder local o cuando se informa de hechos que atañen a los grupos del crimen organizado y en otros casos, al cubrir eventos de alto riesgo que ponen en peligro la vida del periodista.

Los datos de l@s periodistas que en el 2021 fueron asesinados son alarmantes. 45 periodistas perdieron la vida por diferentes razones, algunas muertes por cumplir con el trabajo, en otros casos, asesinatos selectivos, o por fuego cruzado y atentados con bombas indica la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Ciertamente este dato es comparativamente menor al del 2020, cuando fueron asesinados 65 profesionales de la prensa. (https://www.lanacion.com.py/mundo/2021/12/31/ ano2021-denuncian-45-periodistas-asesinados-y-menos-libertad-de-expresion/).

Columnas

Si haces lo que todos, entonces no piensas

Concretamente en México fueron ocho l@s periodistas que perdieron la vida, y con ello, después de Afganistán (nueve), el país fue el segundo lugar en estos sucesos que enlutan no solo al gremio, sino a sus familiares y también nos colocan como una de las naciones en la cual es peligroso ejercer el periodismo.

El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger refiere que “Estos 45 colegas que hemos perdido este año nos recuerdan el terrible sacrificio que los periodistas de todo el mundo siguen haciendo para servir al interés público y permanecemos en deuda con ellos” y en muchos casos las amenazas provienen de bandas criminales y cárteles de la droga, lo cual no sólo ocurre en México, sino en países europeos como Grecia, Italia, Holanda, por decir algunos de ellos. En el caso de América, hay 30 comunicadores asesinados, entre Estados Unidos, Nicaragua, México, Guatemala, Colombia, Brasil o El Salvador.

Lo cierto es que este tipo de sucesos en nada contribuyen a establecer condiciones de libertad de expresión y en mucho dañan los cauces democráticos que toda sociedad requiere para que sus ciudadanos puedan acceder a información plural, equilibrada y sin sesgos de cualquier especie. ¿Usted qué opina?

*- El autor es coordinador del Observatorio Global Mediático-UABC.