¿Diente por diente?

Las amenazas de Donald Trump contra el pueblo de México, directamente contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, podrían tener consecuencias verdaderamente graves para la población mexicana.

Sobre todo para todos los que vivimos en la frontera que con o sin nuestra voluntad, dependemos para nuestras economías del precio del dólar.

Aquí, no es asunto de, perdón por la expresión señor Presidente, bravuconadas. Defender valientemente a los cientos de miles de migrantes que se internan en México con el único fin de llegar a las Estados Unidos es el problema. Es el problema fundamental que el gobierno mexicano debe entender.

La situación es mucho más complicada que una política de confrontación, que de hecho provoca Donald Trump, porque el último objetivo de cada migrante que pasa por México es llegar al país vecino, no quedarse en México.

Estos miles de migrantes no son una amenaza para México sino para los Estados Unidos, al margen de cuestiones humanitarias y de respeto a los derechos humanos.

Es un enorme error ver el problema desde este ángulo, el del respeto a los derechos humanos.

El asunto es la agresión de los migrantes, no es a México, y Trump, tiene absoluta razón en defender a Estados Unidos. No nos hagamos bolas. El respeto a los miles de migrantes es humano y obvio que debe ser parte de la agenda del presidente Obrador, pero este respeto humanista, no es el gran problema.

México por su parte no se debe cubrir con el respeto al problema humanitario. No nos hagamos bolas señor Presidente. La primera amenaza para el pueblo sabio de México es su economía.

Todo lo que se mueve en México depende del precio del dólar. Los aranceles que Trump pretende imponer son a la vez una amenaza más a la economía del pueblo sabio de México que pagará o pagaremos por la valentía de nuestro presidente.

¿Te das cuenta? No ser cobarde es un gesto para aplaudir a Obrador, y es lo que el Presidente quiere, hacer más grande el aprecio a su investidura. eso no resuelve el ataque a México de Donald Trump.

El apoyo incondicional a los migrante de Obrador es muy respetable, pero reitero, el enorme conflicto es otro, y naturalmente este comentador no quisiera estar en el zapato de AMLO.

Sin embargo a cinco días de la amenaza del mandatario americano, el presidente de México dio un giro que a mí me parece el correcto: “privilegiaré el diálogo”, dijo Obrador en su mañanera.

Con política y acuerdos entre las partes se pude resolver el diferendo. En buena hora que AMLO se decidió por enviar una comisión, en cuyo frente se encuentra Marcelo Ebrard entre otros funcionarios del gobierno de México.

Naturalmente ese es el camino y no el primer comentario mañanero de Obrador defendiendo los migrante a capa y espada.

Esa actitud es correcta pero confronta directamente a Trump. Es como un reto al güerito y resulta una provocación, por justo que sea el enfoque de Obrador al respecto.

Finalmente, es mi deseo personal que la solución se resuelva a través del diálogo entre ambos gobiernos y no por la guerra de los aranceles.

* El autor es artista plástico.