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Correrías fascistas

Cuando Vicente Fox resultó electo Presidente numerosos analistas aseveraron, dependientes o no de la chayotera lista de raya; que los votos para el de Guanajuato representaron la exigencia de una “alternancia” en el gobierno para desplazar al PRI del poder usurpado desde Álvaro Obregón a Ernesto Zedillo (80 años).

Cuando Vicente Fox resultó electo Presidente numerosos analistas aseveraron, dependientes o no de la chayotera lista de raya; que los votos para el de Guanajuato representaron la exigencia de una “alternancia” en el gobierno para desplazar al PRI del poder usurpado desde Álvaro Obregón a Ernesto Zedillo (80 años).

Sacudidos por el hartazgo, empujados por el deseo de mejor opción o porque el candidato tricolor fue algo decorativo; lo estridente de aquel proceso fue la especie de letanía, un rosario entonado por el exejecutivo de Coca Cola Company quien de sobra se comprometió a investigar, perseguir y castigar a los priistas perversos a quienes tildó de “alacranes, tepocatas, víboras prietas y roedores” aspirantes a ser machacados por el panista que, tal consta, lejos de cumplir su ofrecimiento se allanó a los venenosos reptiles que quitados de la pena continuaron haciendo de las suyas.

Atraer en el presente Postigo el desembarco del PAN sobre Los Pinos, el apoderarse de la presidencia de la República o citar él porque la persistencia de rendirle pleitesía al carcomido régimen tricolor; sería machacar pasajes saturados a lo ya dicho y escrito con respecto a la docena trágica Fox-Calderón, peculiarmente, lo vinculado a lo político, económico, desequilibro social, corrupción, impunidad y más contagios de lo mismo cuando no de lo peor que, reitero, han sido evaluados excepto, personalmente lo valoramos, aquello concatenado a la forma y contenido a través del aparato ideológico del Estado, particularmente, el operado por la derecha panista durante el año 2000 al 2012.

Sin desconocer que las contradicciones de la derecha expresan diversas aristas virtud a los intereses que los determinan, sus encuentros y desencuentros presentan una tenacidad donde la ruptura interna lo impone el litigio, la ponzoña semiciega que periódicamente desborda en crisis de mediano y hasta prolongado plazo, que aún mantenidas ocultas las causas de las fracturas entre unas y otras tribus derechistas, en el caso del Partido Acción Nacional, por ejemplo, son obvias por su concurrencia electorera, oportunista y de apego a usufructuar espacios de gobierno en cuanto pasamanos para “hacerse de buenas mulas Pedro”.

Naturalmente la clase política azul desde el punto de vista estratégico, sobremanera a partir de las últimas cuatro décadas, se maquilló el rostro de la estridencia ultra reaccionaria por uno moderado permitiéndole, frente a sus semejantes ideológicos pero agazapados en las cavernas, asumirse el “fiel de la balanza” o conciliador de las ideas enemistadas a través, por cierto, del más puro pragmatismo repartidor de huesos o negocios que, cuando carecen del sustancioso condimento (como ahora acontece) la derecha en conjunto afila el hacha contra el “peligroso comunista” López Obrador, de suerte que los nazis de convicción, Yunques, Opus Day , fundamentalistas católicos, oscurantistas neoliberales, exaltadores de los gringos y hermandades conexas; lo mismo piden a Trump se prepare ante una invasión de México, que advierten sobre el “rumbo socialista” impuesto por la 4T hasta, rematar, llamando al pueblo y Ejército a dar un golpe de Estado.

Ya el doblar de las campanas por medio del insulto, rumores e intrigas se tejen aparte…

* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.

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