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¡Como sí!

Es muy común que cuando los ciudadanos le hacemos un planteamiento a la autoridad, nos conteste con el famoso “no se puede” y de ahí no lo saquemos, recitándonos la vieja regla jurídica que contempla que al ciudadano la ley le permite realizar cualquier actividad salvo aquella que esté expresamente prohibida, mientras que en el caso de la autoridad ésta solo podrá hacer aquello que la ley le faculte y por lo tanto se escudan en el impedimento como regla general

“Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible.”

Bertrand Russell

Es muy común que cuando los ciudadanos le hacemos un planteamiento a la autoridad, nos conteste con el famoso “no se puede” y de ahí no lo saquemos, recitándonos la vieja regla jurídica que contempla que al ciudadano la ley le permite realizar cualquier actividad salvo aquella que esté expresamente prohibida, mientras que en el caso de la autoridad ésta solo podrá hacer aquello que la ley le faculte y por lo tanto se escudan en el impedimento como regla general

Durante muchos años hemos sido rehenes de ese famoso “no se puede”, cuestión que ha permitido que ante la cerrazón gubernamental, los ciudadanos hayamos tomado otros caminos, los mesurados hemos optado por tocar mas puertas, cabildeando y como último recurso terminar frente a los medios de comunicación denunciando lo que creemos es una negativa sin sustento de la autoridad, sin embargo los mas beligerantes terminan en enfrentamientos que en nada abonan a preservar el estado de derecho y al clima de paz que se requiere en México.

Traigo estos comentarios para analizar las diferentes posiciones que se han dado en torno al gravísimo problema de la inseguridad y que, según cifras oficiales, en vez de reducirse continúan en ascenso. Ante esto, diversos grupos tanto empresariales como sociales se han dado a la tarea de alzar la voz y demandar de nuestros gobernantes un poco de atención y colaboración y no solo el mensaje hueco de muchos funcionarios que se limitan a decir, por ejemplo, que la mayoría de los asesinatos son ajustes de cuentas y con ello justificar la ineficiencia gubernamental.

El tema obliga a cerrar filas y evitar que por las rendijas jurídicas, los delincuentes evadan la acción de la justicia y busquemos “como si” lograr que las competencias federales, estatales o municipales en la materia no sean un impedimento para colaborar juntos en la erradicación de la inseguridad jurídica.

Recordemos que los delincuentes no les preocupa si el delito que cometerán será del ámbito federal o estatal o si la persona que los juzgará será del PRI o de Morena, simplemente roban, matan, secuestran y los que verdaderamente tienen las telarañas en la cabeza, son los funcionarios menores que pretextan no poder actual por no ser de su competencia, mientras la delincuencia se desternilla de risa.

Es necesario que nuestros funcionarios aprendan la palabra: “! como sí ¡” y que erradiquen de su léxico el “no se puede” porque de otra manera no le podremos dar a México y a Baja California lo que muchos de nosotros queremos, paz estabilidad, desarrollo y finalmente progreso.

Es mas fácil pensar en positivo y entre todos encontrar la manera de lograrlo a pesar de la maraña de leyes que a veces nos impiden hacer lo que sentimos mas adecuado, sin embargo, cuando se conjugan esfuerzos, el resultado es más fácil alcanzarlo.

Apoyemos a las autoridades, pero recordémosles que la palabra “no se puede”, no debe existir. En lugar de eso, tanto el Ejecutivo como el Legislativo y el Poder Judicial, deberán tejer fino para construir los consensos necesarios que permitan reformas jurídicas concurrentes en donde ninguna autoridad se excluya de conocer de un hecho delictivo y apliquemos el “como si”.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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