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¿Candidato bonillista o anti-bonillista?

Esta semana el presidente municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, estuvo de visita (¿otra vez?) en Mexicali. Sostuvo una reunión con empresarios del sector aeroespacial. Supuestamente con la intención de generar mayor coordinación y desarrollo en ambas ciudades (¡per fever!).

Esta semana el presidente municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, estuvo de visita (¿otra vez?) en Mexicali. Sostuvo una reunión con empresarios del sector aeroespacial. Supuestamente con la intención de generar mayor coordinación y desarrollo en ambas ciudades (¡per fever!).

De poco sirvieron los berrinches por parte del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez. Lejos de reducir su agenda fuera de Tijuana, todo indica González Cruz está buscando acelerar la construcción de alianzas en todo el estado.

En algo tenía razón Bonilla, el alcalde de Tijuana está en campaña. Lo sabíamos desde antes. La diferencia es que ahora lo muestra abiertamente. Y, sobre todo, la diferencia es que ahora lo hace dejando claro que no le importa si no tiene la ‘bendición’ por parte del gobernador.

Por si esto fuera poco, esta semana el Gobierno Federal decidió desaparecer algunas subsecretarías como supuesta medida de austeridad ante el Covid-19. Casualmente, una de las desaparecidas fue la subsecretaría de gobierno de la Secretaría de Gobernación. Casualmente, esa subsecretaría estaba a cargo de Ricardo Peralta. Casualmente, ese fue el funcionario acusado de amenazar a Arturo González Cruz.

Pareciera que las cosas se le están acomodando al presidente municipal de Tijuana. A pesar de que su apuesta es muy arriesgada, y de que todavía falta mucho tiempo, González Cruz ya ganó cierto posicionamiento como el precandidato anti-Bonilla dentro de Morena.

Se ha dicho hasta el cansancio que, para bien o para mal, la batalla por la gubernatura se va a librar dentro de Morena. Ante la inexistencia de cualquier tipo de oposición política, el verdadero combate está entre Arturo González Cruz, Marina del Pilar, Alejandro Ruiz Uribe y compañía.

Con base a ello, la pregunta importante es: ¿Qué tipo de candidato debe elegir Morena para buscar la gubernatura? ¿Un candidato bonillista? ¿O un candidato anti-bonillista? Es decir, un candidato que tenga la aprobación del mandatario estatal o uno que rompa por completo con lo realizado por la administración de Bonilla Valdez.

Pareciera que el lugar del candidato anti-bonillista ya está ocupado. Arturo González Cruz ha decidido tomar esa vacante. Y, seguramente, más adelante prometerá construir un gobierno que tenga menos que ver con Bonilla y más que ver con el proyecto de AMLO.

Lo que aún está pendiente es la postura del resto de los aspirantes a la gubernatura. Más temprano que tarde, los demás precandidatos tendrán que definir su posición respecto a la polémica administración estatal de Jaime Bonilla.

Por ejemplo, ¿Qué va a hacer la joven, ni tan joven, alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar? Estoy convencido que tiene dos opciones: La primera es buscar ocupar la posición de candidata bonillista, es decir, la elegida del gobernador. La segunda es buscar desmarcarse de ambas categorías. Ni bonillista. Ni anti-bonillista. Sin lugar a duda, la segunda opción es mucho más complicada, pero, de ser real, también sería la opción políticamente más sana para la entidad.

*- El autor es abogado y conductor de televisión.

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