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Bravero

Es común que el bravero sea un picapleitos cuando se sabe respaldado.

Es común que el bravero sea un picapleitos cuando se sabe respaldado. Es hablador y buscabullas; pero, si lo empiezan a superar, luego-luego se echa para atrás. Es muy hábil para regodearse en sus triunfos y un maestro para justificar sus derrotas. Encaja en el modo de: “no somos machos; peros somos muchos”. Por lo tanto, el bravero es un valiente impostor.

Tal cual se está comportando el presidente López Obrador, quien echó la bravata desde su trinchera mañanera anunciando su propia marcha para el próximo domingo 27 de noviembre, con la cual tapizará el pavimento del Ángel al Zócalo, que llenará hasta el tope sin la menor duda. Entonces, cálculo al vuelo, Batres dirá que 15 millones de simpatizantes -sin coerciones ni cohechos; sin tortas ni chescos- libremente respaldarán al presidente”.

Con lo cual, la elegantísima bravata de “quién la tiene más grande” consumará la fantasía erótica estimulada por la proverbial manera de hacer política de Cuarta…

Con un falso propósito: “El Informe Presidencial”, que será el primero de diciembre; pero, anticipándose, la gente marchará “desdedenantes” para celebrar la trasformación de México, con obras emblemáticas del gobierno Pejista: El medio vacío aeropuerto Felipe Ángeles; la refinería Dos Bocas, que se inauguró si producir ni un solo litro de gasolina y el depredador Tren Maya…

Pero, el verdadero empeño de Andrés Manuel López Obrador es tener dividido al país: un México más pobre, violento e inseguro, aunque lo desdiga con su entonación macuspanese “porque él siempre tiene otros datos” con los que se zafa de toda culpa.

PALABRA DE HOY: BRAVERO

La Real Academia dice que bravata es una amenaza proferida con arrogancia. Y, en su Diccionario de Americanismos, señala que bravero / bravera es una persona propensa a riñas, contiendas y pleitos, quien abusa de su fuerza. Y mayor abuso si la fuerza no solo es física; sino amparada en el cargo de presidente de la república…

Del latín 'pravus', bravero significa malo e inculto, el fanfarrón que echa balandronadas.

DE MI LIBRERO: EL IMPOSTOR

La novela de no ficción del barcelonés, Javier Cercas: “El Impostor”, cuenta la historia del sindicalista español, Eric Marco, quien se hizo pasar como sobreviviente del holocausto…

Antifranquista y antifascista, Eric Marco durante treinta años fingió ser sobreviviente del campo de concentración Flossembürg y fue desenmascarado cuando ya era nonagenario y ocupaba el cargo de presidente de la organización de sobrevivientes españoles de los campos nazis, habiendo recibido importantes reconocimientos y honores…

Hijo de una madre golpeada, vejada y esquizofrénica, Eric Marco nació dentro de un manicomio y desde pequeño empezó a sustituir su vida real por una enorme ficción: peligrosa, oscura, sombría…

El autor señala: “Eric Marco era un hombre sencillo y a la vez, radicalmente extraordinario, quien desarrolló una enorme capacidad histriónica”. Engañó a todo el mundo durante más de tres décadas.

Muy poco tiene que ver Eric Marco con el tema de este artículo, quizá solo por haber sido un impostor; pero nunca, un burdo bravero.

*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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