Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Bonilla vs El Campestre, ¿quién demostrará tener la razón?

Aunque ahora muchos se hagan los sorprendidos e indignados, desde que el actual gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez.

Aunque ahora muchos se hagan los sorprendidos e indignados, desde que el actual gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, era diputado federal planteó la necesidad de expropiar el Club Campestre, e incluso se sabe que fue un tema dialogado con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por lo que el líder de la Cuarta Transformación ya está enterado de este tema.

Después Bonilla Valdez señaló que un estudio en Catastro Municipal reveló que lo único que se tiene del predio son trámites dispersos y viejos, y que ninguno de ellos es capaz de demostrar la propiedad del terreno localizado junto al bulevar Agua Caliente, el principal y más importante de Tijuana.

Como resulta lógico, en la mente del gobernador lo único que hay es un predio que los empresarios que hoy lo ocupan tomaron como propio pero que nunca pagaron realmente por tenerlo, por lo que dichos titulares del Consejo cometieron un grave error al alejar el predio de la sociedad, cuando eso fue expropiado por el ex presidente de México, Lázaro Cárdenas, ya que pertenecía al complejo del histórico casino.

Y se dice que los empresarios cometieron un grave error porque nunca escucharon a Bonilla Valdez cuando éste les planteó que abrieran el Club por lo menos parcialmente al público, ya que los tijuanenses no tienen un parque de grandes dimensiones fuera de Playas de Tijuana, Otay y el área del bulevar Insurgentes, pero en la vialidad principal no hay áreas verdes.

Los socios del Club Campestre nunca hicieron un programa para incluir en los predios a la sociedad en general, ni siquiera para “taparle el ojo al macho”, lo que sí realizaron fue cerrar la zona de forma totalmente elitista, pero no lo hicieron y eso generó la molestia del gobernador, que como todos saben pertenece a un movimiento que prepondera lo popular sobre lo privado.

La pugna que tuvo el gobernador con el ex presidente del Consejo de Administración del Club, Arturo González Cruz, ya no es argumento porque éste ya no se cruza con la trayectoria del gobernador. Todo deriva simplemente de que los empresarios no hicieron un uso correcto de la propiedad y la expropiación es la reivindicación del céntrico terreno como un espacio de uso de la comunidad tijuanense.

Y aunque pueda sonar como un tema incendiario, la verdad es que los empresarios no pueden demostrar la propiedad, por lo que realmente cabe preguntarnos si se trata de un espíritu expropietario genuino y relacionado con la causa de las mayorías, además de que demostrando que no son los dueños, los empresarios del Consejo no han salido a defender lo suyo más allá de amparos que poco lograrán para resolver su causa.

Además, el proceso implica una indemnización que sí se pagará, la verdadera pregunta que debemos hacernos no es si el gobernador tiene razón, ya que está respetando el principio fundamental de las expropiaciones con fines de utilidad pública, sino realmente serán capaces los empresarios involucrados de demostrar que son dueños, cuando la historia y los registros demuestran exactamente lo contrario.

*- El autor es periodista con 25 años de carrera, ha encabezado noticieros en la televisión internacional; ganó el premio Nacional de Periodismo y ha sido académico, además dirige la página www.alfredoalvarez.mx.

En esta nota