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Abrazos, no balazos

Con motivo de la glosa del Tercer Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Ícela Rodríguez en su presencia ante el Senado.

Con motivo de la glosa del Tercer Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Ícela Rodríguez en su presencia ante el Senado, presumió de este empeño en el gobierno de López Obrador: “No hemos venido a ganar la guerra, sino la paz”, fueron sus palabras como parte de su intervención. Como diría Garza Zenande: “Bonita sábanas blancas”. La funcionaria en su discurso mismo dijo que ese era el empeño del presidente. Menos mal: se da por entendido que la mayoría de los funcionarios del actual presidente, no tienen voz propia, que solo son ni más ni menos repetidores incondicionales de las ideas de nuestro mandatario.

No podría ser de otra forma, lo entendemos. El tema fundamentalmente ideológico, como en la mayoría de los asuntos importantes del país, más que ajustarse a la competencia; a la pluralidad de enfoques, se les obliga por ley; por decretos presidenciales, ajustarse al proyecto de la 4T. Este enfoque es fundamentalmente ideológico. Y pese a que este párrafo no es necesariamente afín al tema de abrazos no balazos, todo lo que ordena el presidente deja poco margen a disentir por parte de sus funcionarios y si alguno intenta no estar de acuerdo con la línea del presidente, solo le quedan dos opciones: o renunciar o que se le renuncie. La mañanera más frecuente en la voz de Obrador es: “Yo tengo otros datos” A la funcionaria Rosa Ícela Rodríguez le resulta imposible definirse por algún plan alternativo para combatir la delincuencia en cualesquiera de las múltiples formas en que acontecen en nuestro país. Y lo más lamentable: la obediencia ciega y, reitero, incondicional; manifiesta incluso no con humildad sino ciertamente humillante ante el micrófono en que está haciendo el desglose ante el Senado del tema de la inseguridad que priva en el territorio nacional.

Sin embargo, no podemos olvidar las palabras del presidente, cuando al inicio de su gobierno dijo; palabras más, palabras menos: Conozco las causas de la inseguridad; yo iré a la médula; atacaré la pobreza de las juventudes que se enrolan en el crimen y, con esta estrategia terminaremos con esta plaga. Obviamente no son exactamente sus palabras, pero si su idea fundamental. Palabras vanas; desde aquella idea manifestada por el presidente yo escribí que era imposible terminar con la criminalidad, este mal tiene otras causas: si en efecto la pobreza de muchos jóvenes, pero más que eso es la oferta del crimen a las juventudes que se enrolan en el mismo; oferta muy superior a los proyectos del gobierno cualesquiera que sean, sobre todo la posibilidad de presumir fortunas; joyas, autos, etc. de manera rápida, y, ante todo secuestro obligado por los criminales de los jóvenes sobre de pueblos en abandono en donde sus juventudes no tienen opción alguna de lograr fortuna sea para ellos y sus familias.

Esa paz de la que disfruta Rosa Ícela Rodríguez, la Secretaria de Seguridad Pública del gobierno de Obrador, bien merecido lo tiene: disfrutar en sus oficinas en santa tranquilidad de un cafecito o quizás un chocolatito caliente a la luz de sus 90,000 pesos mensuales; que más que paz, le ayudan a sobrellevar las mañanas carentes de nerviosismo y preocupaciones en su escritorio y los de sus subalternos. Que importa aquí pueblos secuestrados por los criminales y maleza y más hierbas que cubren a los carteles de la droga al momento de atacar por sorpresa un convoy de la Guardia Nacional o del ejército o de la policía estatal, entre otros tantos recursos de los criminales que naturalmente mantienen al país en constante guerra. La paz de la 4t es una falacia; una mentira. Eso es todo.

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.

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