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A la deriva

El oportunismo, la mala preparación y el servilismo de la mayoría de los más cercanos al presidente son la base de un gobierno vacío.

“Somos lo que Hacemos”.

El oportunismo, la mala preparación y el servilismo de la mayoría de los más cercanos al presidente son la base de un gobierno vacío, con una fallida estrategia ante la pandemia que cuenta los días y apila los muertos, sin medicamentos para los niños, con hospitales vacíos y SEMEFOS rebasados; un país en el que la tercera parte de los gobernadores denuncian que desde la Presidencia se gobierna con oportunismo y con sesgo, un país en el que el hijo de un inmigrante, Paco Ignacio Taibo, que huyó del infierno de la guerra civil española se atreve a callar o a solicitar el exilio de intelectuales mexicanos, cuya ética y libertad de ideas no tiene más duda que la del presidente que difama, que ha convertido su discurso en uno que separa, que confronta y que hace de la intolerancia la sinrazón que no construye comunidad; sino por el contrario hace del encono el común denominador con el que se le trata a los que pensamos diferente y ejercemos nuestro derecho a expresarlo.

Un gobierno de ocurrencias, donde en escasos 24 meses acabaron con los fondos que requirieron de dos décadas para su conformación, a partir de Noviembre ya no habrá ni siquiera fondos para atender las emergencias naturales que año con año golpean a millones de mexicanos; un presidente anclado en el pasado que decide enterrar el dinero en la construcción de una refinería que no tiene ni sentido económico ni viabilidad comercial: dejaremos de ganar decenas de dólares por barril de petróleo vendido para perder centavos por cada litro de gasolina refinada, una visión anclada al pasado, contraria al uso de energías renovables, sin importar los enormes costos a la salud de los mexicanos y al medio ambiente, pero lo más grave, aislándonos del mundo, condenando a millones de niños al peor nivel de educación posible, ese en el cual la CNTE toma carreteras y abandona escuelas, en el que han vejado a millones para seguir al amparo de la corrupción de unos cuantos. Los ahora aliados de MORENA.

El símbolo de corrupción del pasado, el avión presidencial, se ha convertido en la muestra de la ineptitud del presente; ahora sabemos que ni siquiera para los premios se obtuvieron los recursos suficientes, un gobierno más interesado en mandar mensajes a su base y no en resolver de fondo y de tajo los problemas del país, un régimen donde la corrupción sigue siendo, al igual que con el PAN y el PRI moneda de cambio todos los días, Bartlett, Ackerman, Robledo, Eréndira, son sólo unos cuantos exhibidos durante los últimos meses, significativa la renuncia hace un par de días de Jaime Cárdenas al revelar actos de corrupción por parte del secretario particular del presidente, misma que fue minimizada por López Obrador sin importarle la estatura moral y ética del denunciante.

Bienvenido el juicio a los políticos corruptos, expresidente incluidos, malhaya cuando lo que se pretende es hacerlo a través de la farsa de una consulta; el Estado tiene la obligación y las herramientas jurídicas para hacerlo. Preocupante la participación de López Obrador en el foro de la ONU, desubicado, con un discurso hueco y lleno de imprecisiones, una clara muestra de nuestro gobierno, a la deriva. Pobre México.

* El autor es empresario y ex dirigente de Coparmex Mexicali.

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