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La ciencia no explica por qué estas bolas de musgo se mueven todas al mismo tiempo

No solo es que se muevan. Es que además lo hacen todas a la vez y en la misma dirección, como un extraño rebaño vegetal.

Eso que ves en la imagen no son piedras cubiertas de musgo. Son, literalmente bolas de musgo de consistencia húmeda y esponjosa al tacto. Se las conoce como “ratones de glaciar” y se mueven. No solo es que se muevan. Es que además lo hacen todas a la vez y en la misma dirección, como un extraño rebaño vegetal.

Los ratones de glaciar deben su nombre precisamente a su hábitat. Pueden encontrarse en glaciares de todo el mundo, desde Alaska a Islandia pasando por Noruega o Sudamérica. Se los conoce desde los años 50. La colonia vegetal se forma alrededor de los sedimentos e impurezas que estos ríos de hielo arrastran a su paso, y son el hábitat de una larga lista de pequeños invertebrados, pero no sabemos mucho más sobre su peculiar ecología.

El estudio de estas peculiares colonias ha recibido un reciente impulso gracias al trabajo del experto en glaciares de la Universidad de Idaho Tim Bartholomaus. En 2006, Bartholomaus comenzó a estudiar los ratones de glaciar. Sus conclusiones acaban de publicarse en la revista Polar Biology, y son fascinantes.

Resulta que los ratones de glaciar se mueven a una velocidad que puede alcanzar los dos centímetros diarios. En realidad el movimiento es necesario para la supervivencia de la planta, porque de no hacerlo el musgo que queda debajo moriría por falta de luz y no es así. Si levantas una de esas colonias vegetales descubrirás que es una bola perfectamente verde, indica Gizmodo.

El problema es que ni Bartholomaus ni la ecóloga Sophie Gilbert, coautora del estudio han logrado averiguar cómo se mueven. Sus patrones de movimiento cambian con las estaciones, pero no se ajustan ni al flujo del glaciar ni a la dirección del viento. La hipótesis principal es que la bola de musgo protege el hielo bajo ella, lo que evita que se funda y crea un pequeño pedestal de hielo. Con el tiempo, la bola rueda desde el pedestal. Para tratar de llegar al fondo de la cuestión, los investigadores marcaron la posición de 30 ratones de glaciar en Alaska y siguieron su movimiento durante 54 días en 2009. Después regresaron en 2010, 2011 y 2012.

¿El resultado? Lo primero que constataron es que las colonias de musgo son más longevas de lo que se creía. Sobreviven entre cinco y seis años, pero podría haber ejemplares aún más antiguos. En cuanto a la hipótesis del pedestal de hielo, resulta que no explica por sí sola el movimiento de los ratones de glaciar. De hecho, si fuera cierta las bolas de musgo deberían haberse movido en diferentes direcciones al caer de sus pedestales.

En lugar de ello, los investigadores descubrieron algo aún más intrigante: los ratones de glaciar se mueven en grupo a la misma velocidad y en la misma dirección. La dirección no concuerda con la pendiente del terreno, ni con la dirección de los vientos, ni con la posición del Sol. Por lo que a la ciencia respecta, el comportamiento de estas peculiares bolas de musgo aún desafía una explicación.

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