ITALIA-. Un caso impactante ha sacudido a Italia y ha dejado a miles de usuarios perplejos en redes sociales.

Las autoridades descubrieron que un hombre de 56 años pasó los últimos tres años haciéndose pasar por su madre muerta con el fin de seguir cobrando su pensión anual.

La historia, tan desconcertante como perturbadora, salió a la luz tras una denuncia que terminó revelando un elaborado engaño digno de una película oscura.

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De acuerdo con Corriere della Sera, la mujer, identificada como Graziella Dall’Oglio, falleció a los 82 años.

Su hijo, en lugar de reportar el deceso, decidió ocultar el cuerpo dentro de la casa familiar, dando inicio a un fraude que tomó dimensiones sorprendentes.

Un engaño meticuloso: maquillaje, pelucas y un cadáver oculto

Tras la muerte de su madre, el hombre introdujo el cuerpo en un saco de dormir y lo escondió en la lavandería. Con el paso del tiempo, el cadáver se momificó por completo. Mientras tanto, él perfeccionó un plan profundamente inquietante: maquillarse, usar peluca y vestirse con la ropa de su madre para suplantarla en trámites y cobros oficiales.

La precisión del disfraz era tal que incluso logró renovar el documento de identidad de la mujer, acudiendo personalmente a una oficina pública sin despertar sospechas inmediatas.

Durante años, logró mantener el engaño, beneficiándose de la pensión anual y de la administración de tres propiedades familiares, acumulando aproximadamente 61 mil dólares al año.

El plan colapsó cuando una empleada estatal notó detalles que no coincidían: la “señora” tenía voz demasiado grave, cuello grueso y rasgos masculinos evidentes. Tras reportarlo, las autoridades compararon fotografías y detectaron la falsificación.

Al allanar la vivienda, los agentes encontraron el cuerpo momificado de Dall’Oglio. Hasta el momento, no se sospecha participación criminal en su muerte.

“Probablemente falleció por causas naturales, pero lo establecerá la autopsia. Es una historia muy extraña y muy triste”, declaró Francesco Aporti, alcalde de Borgo Virgilio.

El hombre permanece en libertad mientras es investigado por ocultamiento de cadáver y fraude de beneficios sociales.

El caso, que mezcla tragedia, engaño y un nivel insólito de suplantación, ha generado un fuerte impacto en Italia y en redes sociales, recordando los límites extremos a los que algunas personas pueden llegar para sostener una mentira.