Inventan concreto que almacena energía capaz de convertir edificios en baterías gigantes

Investigadores del MIT han desarrollado una tecnología innovadora que podría resolver uno de los mayores desafíos en la energía renovable: el almacenamiento. Al incorporar capacidades de almacenamiento de energía en el concreto, buscan transformar los edificios en componentes clave de la red eléctrica.

Damian Stefaniuk y su equipo del MIT han creado un nuevo tipo de concreto infusionado con negro de carbón, un material altamente conductor utilizado comúnmente en neumáticos de automóvil. Este concreto modificado actúa como un supercapacitor, capaz de cargar y descargar electricidad rápidamente.

¿Se puede utilizar actualmente?

Esta tecnología abre puertas a diversas aplicaciones. Por ejemplo, carreteras construidas con este concreto supercapacitor podrían cargar vehículos eléctricos de manera inalámbrica, reduciendo la necesidad de estaciones de carga convencionales. Además, los propios edificios podrían almacenar energía dentro de sus paredes, cimientos o columnas, potencialmente transformando la dinámica energética urbana.

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A pesar de su promesa, la tecnología está en sus primeras etapas. El prototipo actual solo puede alimentar un LED de 10 vatios durante 30 horas, lo que indica la necesidad de escalar y optimizar significativamente. Los supercapacitores también se descargan rápidamente y son menos densos en energía que las baterías de iones de litio, lo que plantea desafíos para su adopción generalizada.

¿Qué sigue después de este invento?

Mirando hacia adelante, Stefaniuk visualiza escalar la tecnología para satisfacer las demandas energéticas residenciales. Ya se están planificando prototipos más grandes capaces de alimentar casas enteras, aunque aún existen desafíos significativos en cuanto a la complejidad de fabricación y la disponibilidad de recursos.

El profesor de ingeniería Michael Short de la Universidad de Teesside subraya los desafíos de pasar de prototipos a escala de laboratorio a aplicaciones prácticas a gran escala. Problemas como la logística de fabricación y la física fundamental deben abordarse para aprovechar todo el potencial de la tecnología.

El desarrollo del MIT de concreto que almacena energía marca un paso significativo hacia soluciones energéticas sostenibles. Aunque persisten los desafíos, los beneficios potenciales, como el almacenamiento mejorado de energía, la reducción de la presión en la red y la infraestructura urbana innovadora, son lo suficientemente prometedores como para justificar esfuerzos continuos de investigación y desarrollo.

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