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Tokio 2020: Los Juegos Olímpicos más silenciosos de la historia

La pandemia de Covid-19 impidió la presencia de aficionados en los diferentes escenarios deportivos de Japón

YOKOHAMA, JAPÓN.- Faltan 10 minutos para el inicio del segundo partido de México dentro del torneo de beisbol en los Juegos Olímpicos, en el que enfrentará a su similar de Japón, el anfitrión, en un estadio majestuoso localizado en la prefectura de Yokohama.

Lo que debería ser una fiesta con miles de personas caminando alrededor del escenario, de sus pasillos y con las butacas abarrotadas, se resume a un estadio completamente vacío en el que sólo hay un puñado de voluntarios, staff y no más de 30 periodistas locales y mexicanos.

El sonido local hace su parte; presenta uno a uno a los protagonistas del encuentro. En esta ocasión no hay aplausos, no hay porras, y el audio hace eco en las vacías butacas de un escenario que parece más una práctica matutina que un partido de Juegos Olímpicos. Esa misma escena se repite en prácticamente todos los estadios.

A 20 kilómetros de distancia, en el Estadio Internacional de Yokohama, donde la Selección Mexicana de futbol enfrenta a Corea del Sur, la historia es la misma.

El Imparcial: imagen de artículo

El número de butacas es mayor y la inmensidad del inmueble hace aún más evidente la falta de público en las mismas.

Por si fuera poco, el área de prensa de este escenario se encuentra en el quinto nivel, en donde ni siquiera llega la iluminación de las lámparas, por lo que salvo la gente que está en el campo, el estadio se ve completamente solo.

En la entrada del inmueble, mientras varios locales corren a su alrededor de forma habitual y un grupo de jóvenes platicando entre ellos se preguntan si ahí se está haciendo algo de los Juegos Olímpicos, el aficionado del Cruz Azul más japonés del planeta hace guardia en una de las entradas para ver pasar a sus jugadores favoritos.

No hay gente con sombreros, matracas, trajes de charro o máscaras de luchadores. Si no fuera por el partido que está por realizarse en el interior, parecería un sábado cualquiera, cuando no hay liga profesional japonesa.

Salvo contadas excepciones como la gimnasia, la natación y el atletismo, que por el número de participantes y entrenadores se ve más gente en las gradas, tal parece que estos Juegos Olímpicos más que ser el máximo evento deportivo del planeta, se trata sólo de la concentración más grande de entrenamientos a puerta cerrada del que se tenga memoria.

Los Juegos han entrado a su fase final, y sin público en las gradas alentándolos. Los protagonistas de este evento siguen dejándolo todo dentro del terreno de juego con el único objetivo de alcanzar la gloria olímpica, sin nadie que los vea en las butacas.

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