Mirador
En cada lugar del mundo hay un prodigio.
MIRADOR
Por Armando FUENTES AGUIRRE
En cada lugar del mundo hay un prodigio. Salgo en mi coche del estacionamiento y me detengo para que pase una persona. Vuelvo la vista a un lado y ahí, sobre la acera, miro un pájaro negro. Es un tordo. Su plumaje, de un negro más negro que el más negro color negro, se irisa sin embargo con matices verdes, y azules, y morados, de modo que aquel plumaje que se diría simplemente negro está en verdad pintado en glorioso technicolor.
"Glorioso" digo, no por usar la vieja frase consagrada por el cine de ayer, sino para decir que este pájaro proclama la gloria de una infinita creación que no miramos nunca, pues sólo ponemos ojos en lo nuestro. Si viéramos los seres y las cosas con el recogimiento con que se mira lo sagrado -todo es sagrado- nuestra alma se irisaría también con los infinitos colores de esta gloriosa creación en que vivimos, en la que siempre viviremos.
¡Hasta mañana!
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