Inflación, Covid y capital

Los crecientes precios de los bienes y servicios (para el consumo final y para la producción), más la cuarta ola del Covid-19 y la depreciación de la planta productiva, anticipan un 2022 con un crecimiento económico no mayor al 1.5%.

Cierto que la expectativa es más desfavorable que en el 2021, pero es realista dado que los cimientos para la esperada recuperación del PIB nacional están siendo dinamitados por los tres factores que titulan esta columna.

De entrada la inflación superior al 7% carcome de forma desesperante el poder de compra de las familias y de las empresas, y por tanto el consumo agregado se debilita.

Además, el rebrote de la pandemia que no se ve para cuándo empiece a retroceder, ha venido a remachar la trayectoria desganada del consumo.

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Cerro de la campana

Para variar, la ausencia de nuevas inversiones a nivel nacional ha depreciado el capital productivo, lo que dificulta aún más una recuperación más allá del 1.5% referido renglones arriba.

Esta difícil realidad que se vive en el País le pega de lleno a la economía sonorense, aunque debe apuntarse que el Estado podría zafarse de la “pesadilla nacional”, si prenden desde el corto plazo los proyectos insignia del gobernador Alfonso Durazo, tasados en más de 13 mil millones de pesos.

De ser el caso, la economía de Sonora “se independizaría” de lo que acontezca a nivel País y terminaría brillando en el firmamento con un crecimiento de por lo menos 4% este 2022.

OBSTÁCULOS DE PESO

La tendencia inflacionaria reciente, la persistencia del Covid-19 y la falta de acumulación de capital, son tres grilletes que impiden caminar con cierta soltura al PIB nacional.

La inflación registrada a lo largo de los últimos nueve años, comprendidos entre diciembre del 2012 y el mismo mes del 2021, significó una caída de poco más del 31% en el poder adquisitivo del peso. Este daño continuará, aunque sea a menor ritmo.

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El que no vende no gana

De ahí el actual pronóstico de una inflación de “sólo” 4.5% para este año.

La pandemia también le pega al bolsillo de la población en general y su impacto será de mayor contundencia en tanto el rebrote se extienda más allá del primer trimestre del año. Las evidencias preliminares en los países desarrollados revelan que la cuarta ola dura por lo menos 10 semanas.

En el tema del capital se tiene que el País ha iniciado este 2022 con una dotación de maquinaria, equipo e instalaciones prácticamente similar a la que tenía hace poco más de tres años, en el 2018.

Con ese acervo, unos 20 millones de trabajadores formales lograron en el 2018 producir un crecimiento económico del 2.2%.

Tres años después los puestos de trabajo formales han crecido 3% y las remuneraciones 7% mientras que la maquinaria, el equipo y las instalaciones son las mismas.

Justamente por ello en el País no pueden contratarse más personas, ni puede haber incrementos reales en los ingresos porque no hay más herramientas, ni equipo ni espacios para trabajar.

Consecuentemente, el crecimiento de la economía nacional será del 1.5% si no es que mucho menor.

¿Qué hacer para tener “más músculo” productivo en el País?

Que la inversión crezca este año más del 10% para hacer posible que el PIB mexicano repunte lo antes posible; esto es (en el mejor de los casos) a partir del 2023.

LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ

Ayer el ex presidente Luis Echeverría Álvarez (LEA) cumplió 100 años de edad y sostuvo reunión virtual con algunos de sus principales colaboradores en su sexenio 1970-1976.

Trascendió que en el encuentro a distancia, estuvieron festejándolo Jorge de la Vega Domínguez, quien fuera director general de Conasupo, y Augusto Gómez Villanueva, ex líder de la CNC y del PRI durante los años setenta.

El ex mandatario nacional, que nació un 17 de enero de 1922, es calificado en México y en el mundo como “el gran represor” y “el último animal político del viejo régimen”.

LEA fue el titular de Gobernación durante la administración de Gustavo Díaz Ordaz y se le acusó de haber orquestado la matanza de Tlatelolco, aquel miércoles 2 de octubre de 1968. También se le calificó como el cabecilla de la guerra sucia en México que culminó con el llamado “Halconazo”, un jueves 10 de junio de 1971.

El Gobierno echeverrista, populista de alto perfil socialista, fue quien terminó dándole al traste al “Milagro Mexicano” endeudando al País y eliminando la estabilidad del tipo de cambio. Paradójicamente, sus desastrosas ideas nacionalistas, están ahora (lamentablemente) más vivas que nunca.

Javier Villegas Orpinela tiene maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en NorthwesternUniversity. Director de la revista Correo y profesor de Economía en la Unison.

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