Como un hermano mayor

Pau Gasol, jugador profesional de basquetbol recibe en 2008 la noticia de que ha sido traspasado de los Memphis Grizzlies a los Lakers de Los Ángeles. Inmediatamente Pau capta que se unirá a uno de los enormes jugadores de la liga: Kobe Bryant.

Ese mismo día sale por la noche en vuelo a Los Ángeles al examen médico que se le exige. Al día siguiente después del examen sale de nuevo rumbo a Washington, D.C. donde los Lakers les tocaba jugar. Esa misma mañana ya Kobe le había marcado por teléfono dándole la bienvenida al equipo, y le pide que se reporte con él en cuanto llegue.

La relación con Bryant

Pau llega al cuarto del hotel cerca de la una de la madrugada. Está instalándose cuando eso tocan la puerta del cuarto era Kobe. Para Pau fue una impresión muy impactante, y le quedó claro que era la muestra la magnitud del líder dentro del equipo.

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Cerro de la campana

Otro aspecto que recuerda Pau es que Kobe era un gran estudioso del juego, y lo llevaba a otro nivel. No se le olvida a Pau cuando en 2010 en los playoffs lo invita a que revisen unos videos de cómo los Celtics de Boston jugaban la defensa y así poder enfrentarse mejor a ellos.

En otra ocasión termina la temporada, y el equipo tiene su cena anual, antes de los playoffs. Termina la cena, y le comenta a Pau que iría un rato al gimnasio.

Kobe era un jugador que constantemente retaba a sus compañeros de juego y a los entrenadores, y les ayudaba mucho a sacar lo mejor de sí mismos.

Pau hace la analogía de que él, como hermano mayor en su familia, de alguna manera ha tratado de apoyar a sus hermanos, así era Kobe con sus compañeros de equipo, como un hermano mayor que estaba pendiente de ellos.

Los logros de Kobe

En una de las entrevistas cuando se retira de la liga le preguntan cuál será su legado en la misma, y Kobe responde que es su entrega y la pasión por el juego. Creo que Kobe logró algo muy importante, dejar su legado como profesional de basquetbol, y con la familia que formó. Y conste que en este aspecto no fue fácil: En una ocasión una mujer lo acusó de acoso sexual, y en otra Vanessa su mujer le pidió el divorcio.

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El que no vende no gana

Kobe supo afrentar ambas situaciones y logró mantener su matrimonio y su familia. Como bien decía Carl Jung: El hombre que no ha pasado por el infierno de sus pasiones nunca las ha vencido.

En lo particular considero que esto es lo que podemos aprender de este gran jugador, que como profesional actuó y trabajó del mejor modo posible, y que como hombre de familia tuvo claro que era lo más importante, la unidad familiar. Descanse en paz Kobe Bryant junto con Gianna, su hija, y los demás que fallecieron en el accidente. Y a ti estimado lector, ¡feliz domingo!