Año para valientes

El año que acaba de concluir no ha pasado desapercibido por los historiadores económicos. Los records de los mercados financieros tienen registrados muy pocos tan malos como el que recién terminó. La inflación ha vuelto a los escenarios económicos después de décadas de ausencia. Ahora los bancos centrales han subido las tasas de interés para tratar de contrarrestarla.

Sólo la inflación y el alza de tasas ya tienen un impacto serio en la economía de muchos negocios. Los márgenes seguirán estrechándose en algunos mercados, lo que hará inviables a un gran número de empresas.

Por otro lado, aún nos afectan las secuelas de la pandemia y en algunas naciones esto es todavía un problema serio. La proliferación de casos en China amenaza con volver a paralizar diversos sectores industriales. Las cadenas de suministro mundiales, que apenas se estaban estabilizando, vuelven a interrumpirse por no sabemos cuánto tiempo.

La guerra ilegal de Rusia contra Ucrania sigue también estropeando otros sectores y perjudicando también cadenas de abasto de algunos productos. Todo esto seguirá influyendo negativamente en algunas industrias cuya normalización demorará un tiempo más.

Los mercados de valores han sufrido un descalabro serio que al final del año en promedio terminaron alrededor de un 20% por debajo de lo que marcaban 12 meses antes. Las grandes empresas tecnológicas han sido especialmente afectadas, algunas comprobando lo que muchos analistas ya apuntaban como sobrevaloración.

Todo esto ha llevado a los economistas a predecir mucho peores pronósticos de crecimiento para la economía del mundo y para la mayoría de los países. Además, muchos de ellos siguen proyectando una recesión económica para el 2023.

Estos hechos y perspectivas han generado un ambiente de desaliento ante la incertidumbre que nos rodea. Esto se respira en los medios empresariales de nuestra región y de todo el mundo.

Yo quiero plantear una postura diferente. Creo que a pesar de estar inmersos en un entorno adverso y agitado, se nos presentan un mar de oportunidades que sólo algunos sabrán aprovechar. Sin duda estos serán líderes ágiles, optimistas e innovadores, pero sobre todo serán empresarios valientes que no se dejarán llevar por el pesimismo generalizado.

Hace tiempo ya que difundimos el concepto de super-flexibilidad, término que extrajimos de Sillicon Valley y lo tropicalizamos a Iberoamérica. Hoy quiero recordar y enfatizar, las virtudes que sustentan esta manera de conducir los negocios. Son tres las cualidades esenciales de este pensamiento y aquí quiero volver a ponderarlas.

Sentido Estratégico. Lo hemos descrito como la facultad para visualizar oportunidades y riesgos del entorno con originalidad. El asunto es cómo lograr que cada vez más miembros de nuestra organización desarrollen esta aguda mirada estratégica, cómo hacerlos partícipes del entendimiento competitivo integral del negocio, que se ubiquen, que sepan interpretar los sucesos del mercado, que sepan monitorear su industria y las adyacentes.

Sólo con más ojos que sepan mirar como empresarios visionarios, tendremos suficiente y oportuna lectura de lo que ocurre al exterior de la empresa. Sólo con sentido de negocio compartido tendremos la capacidad de adelantarnos.

Compromiso Colectivo. Lo hemos definido como el involucramiento de un número creciente de líderes capaces de participar en diálogos de temas trascendentes. La percepción de la relevancia de oportunidades y propuestas sólo puede compartirse cuando contamos con una capacidad de diálogo superior en nuestros equipos de trabajo.

Fluidez de Recursos. La entendemos como la agilidad en la movilización de recursos humanos y financieros hacia las nuevas oportunidades y estrategias. De nada sirve contar con líderes pensantes atentos al mercado, con procesos de diálogo que conduzcan a acuerdos rápidos y atrevidos, si luego no vamos a contar con el apoyo del talento y las inversiones que los nuevos proyectos demanden.

Este año que inicia es para valientes. Busquemos la agilidad estratégica con convicción y rapidez.

c_dumois@cedem.com.mx

Carlos A. Dumois es presidente y socio fundador de Cedem.