Aprender y desaprender
Se dice que cuando uno ya es adulto ya está formado y puede ser complicado aprender cosas nuevas, sin embargo ya está comprobado que esto no es necesariamente así
¿Qué es aprender? Es reconectar nuestras neuronas para saber hacer algo que nos interesa; es incrementar conocimientos los cuales aplicados nos ayudan hacer cosas nuevas. También con el aprendizaje aumenta nuestra capacidad de resolver problemas. Los niños por ejemplo tienen una gran plasticidad neuronal que les permite ir absorbiendo y aprendiendo del ambiente y cultura donde viven y así ir forjando su personalidad.
Se dice que cuando uno ya es adulto ya está formado y puede ser complicado aprender cosas nuevas, sin embargo ya está comprobado que esto no es necesariamente así, veamos.
LAS CUATRO ALTERNATIVAS
Acorde con Gerry Garbulsky hay cuatro alternativas de acción que nos permiten a cualquier edad seguir aprendiendo. La primera de ellas es la motivación, cuando te interesa conocer y aprender algo te enfocas y lo logras. En este sentido me pasó hace un par de meses cuando un amigo me preguntó qué tanto provecho le estaba sacando a la inteligencia artificial, ninguno le contesté, y por respuesta me dijo: “Pues ya te estás quedando atrás”, y he empezado a usarla con cierta frecuencia.
Un segundo camino para aprender es de la sorpresa, el admirar algo nuevo que hemos conocido, visto o sabido. Aquí vale la pena hacer mención de lo siguiente: Hay personas que ya no les sorprende nada, generalmente son expertas en ver lo negativo. El problema no es nada más que ya no aprenden, sino que además hay que sacarles la vuelta porque lo jalan a uno hacia abajo. Todo lo contrario al individuo que tiene capacidad de asombro, es una personalidad muy atractiva.
Una tercera opción para aprender son los errores. Cuando uno hace algo y no obtiene los resultados esperados, entonces se necesita aprender de ellos y buscar el modo de que se logre lo que pretendemos: Esto aplica en una relación interpersonal como en aspectos profesionales muy claramente. Y por último tenemos la dedicación, el tiempo que invertimos en aprender algo. Cuando somos constantes en hacer dicho aprendizaje de alguna manera la mente se da cuenta que esto es importante y por tanto se aboca a que se logre. Dicen que las horas de práctica de un instrumento musical es la diferencia entre un profesional y un virtuoso de la música.
DESAPRENDER
Garbulsky hace la observación de que últimamente se ha puesto de moda el término “desaprender” para que así podamos aprender cosas nuevas. Esto es un gran error: Lo que uno aprende se fortalece cuando se relaciona con lo que ya sabe; por eso entre más sabemos, más aprendemos. Nuestra mente no es una computadora, que cuando tiene mucha información hay que eliminar archivo o comprar más memoria, pero no es el caso del ser humano.
Aclara que si hay casos muy puntuales donde sí aplica “desaprender”: El famoso tenista serbio Novak Djokovic cuando ya era de los primeros del ranking mundial su coach le sugirió que tenía que al momento del saque t tirar más bajo la pelota al aire, ya que la lanzaba muy alto. Fue parte de las cosas que realizó para poder llegar a ser número 1 del ranking mundial con más semanas en dicho puesto.
CONCLUSIÓN
Estimado lector, una conclusión que hemos obtenido de este idea de aprender es que no podemos dejar de hacerlo, ya que en el momento que lo hacemos empezamos a ser “viejos”, y como bien dice Clint Eastwood, el afamado actor: “No dejes entrar al viejo en tu casa”, ¡feliz domingo!
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