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Un general perdonado

En la película La Dictadura Perfecta se muestra como el poder político de México utiliza herramientas para distraer a la población de los verdaderos problemas que se viven.

En la película La Dictadura Perfecta se muestra como el poder político de México utiliza herramientas para distraer a la población de los verdaderos problemas que se viven. En la cinta le llamaron “La Caja China”, difundir una noticia que opaque otra que los involucra en actividades ilegales.

En el mundo fue una bomba la detención en el aeropuerto de Los Ángeles, California, del general Salvador Cienfuegos y los cargos que le atribuyeron luego de una extensa investigación por agentes de la DEA y tal vez el FBI y por supuesto su liberación sin fundarle cargo alguno y llevado a la Ciudad de México a bordo de una aeronave de los Marshalls.

Este viernes en el diario Excelsior, me llamó la columna de José Elías Romero Apis, reconocido abogado quien apunta que este suceso de interés mundial se ha ido desdibujando. Romero Apis apunta y apunta bien: “No encaja en la costumbre, ni en la lógica ni en la ley. En esta ocasión lo analizo como abogado y no como político. A la vista de la ley es absurdo. A la vista de la política, es obscuro”.

¿Cómo un general Secretario de la Defensa se pudo involucrar con el crimen organizado hasta llamarlo “Padrino”? No hay cómo explicarlo, pero quiero volver a remitirme a Romero Apis quien al referirse al exsecretario lo califica como un “un hombre de honor y como un hombre de inteligencia”, ambos conceptos poco tomados en cuenta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Uno se pone a pensar en estas afirmaciones sobre los criminales, “en el crimen también hay clases. Los delincuentes pobres cometen robo. Los delincuentes ricos cometen fraude”.

¿Dónde está ahora el general Cienfuegos? No lo sé, pero Romero Apis me hizo reflexionar sobre lo ocurrido, usted dígame qué opina de publicó el abogado y político: “No se usó el Tratado de Extradición porque México no solicitó que viniera para un juicio mexicano, porque no hay juicio mexicano; no se usó el Tratado de Asistencia Jurídica porque no se pidió que la autoridad extranjera desahogara diligencias mexicanas, porque no hay diligencias mexicanas; no se usó el Tratado de Ejecución de Sentencias, porque no hay sentencias; No se utilizó el enjuiciamiento bajo el artículo cuarto porque el inculpado no estaba en México, sino en el extranjero y no delinquió allá”.

Cuándo se había visto que el Ministerio Público le informara a un presunto que se le está investigando. Nuevas argucias que no tienen nombre aún, pero que se ejecutaron y sin un presunto en México y sí un individuo que no cometió nada en Estados Unidos. Muy interesante pues la columna de José Elías Romero Apis de este viernes en Excelsior quien antes de concluir señala “es grande lo logrado y es grande lo callado”, en el tema del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional.

Antes de concluir este espacio, quiero comentar que el elaborar la Guía de Ética para la Transformación de México ha convertido al presidente Andrés Manuel López Obrador en el nuevo Moisés, pero en vez de diez mandamientos, esta guía tiene 20, que él mismo no cumple como el uno del respeto a la diferencia “evitemos imponer “nuestro mundo” al mundo de los demás”. Dicen bienvenida la crítica, pero si lo haces eres neoliberal. No había necesidad de esta guía.

* El autor es periodista independiente.

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