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Tendencias criminales

Las pésimas condiciones sociales en las cuales transcurren nuestros días, están provocando situaciones inéditas, que poco a poco aparecen en el escenario nacional. 

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Las pésimas condiciones sociales en las cuales transcurren nuestros días, están provocando situaciones inéditas, que poco a poco aparecen en el escenario nacional. Cosas extraordinarias y de muy bajo perfil, nos han estado golpeando de manera negativa. El impacto de estos sucesos puede ser visto en el corto, mediano y largo plazos. Pero, indudablemente, el impacto sería de carácter negativo totalmente. De por sí, el recuento cotidiano que hacemos está lleno de asuntos negativos, y de las influencias que estos envían a nuestros hijos. En contrapartida, no tenemos ejemplos positivos que equilibren las cosas y permitan a los menores de edad, seguir ejemplos auténticos de comportamiento honorable de los adultos.

Los menores de edad escuchan música de todo tipo, pero dentro de ellas, algunas son no solo groseras, sino que promueven conductas negativas y contra los más elementales preceptos morales. La música pegajosa y la letra atrevida y contagiosa, hacen pensar a quienes la escuchan, que son melodías para darles seguimiento, no importa si hablan de drogas, asesinatos, sexo y crimen organizado. Los niños no tienen la capacidad para discriminar lo peor de lo mejor. Esto es lo que llevó al niño coahuilense al suicidio. No soportó la decisión de sus padres de que le prohibieran seguir escuchando al cantante Peso Pluma. Podrá alguien argumentar que este fue solo un pretexto, y que el menor ya había acumulado suficiente estrés familiar, pero sigue siendo frustrante que haya optado por este final para su existencia. Por consiguiente, urge una investigación que deslinde los sucesos.

En ese mismo orden de ideas, un sujeto que estaba extorsionando a un comerciante, sale de su negocio al que acudió en busca de dinero fácil, agarra aun pequeño perro que rondaba por allí, y de manera sádica y cruel, lo arroja a una cazuela con aceite hirviendo. Pasadas las horas y en un extremo sufrimiento, el perrito muere y el sujeto es aprehendido y presentado. Saldrá libre porque, de seguro, no tenemos una legislatura que cubra casos como este. Además de que, si tiene recursos económicos suficientes, podrá apelar a la corrupción y saldrá libre de todos modos. Son muchísimos los casos en los que un sujeto pasado de copas y manejando su automóvil, se sube a la banqueta y se lleva a cuanta persona tuvo la mala suerte de estar allí. Después salen a la calle libres, para seguir delinquiendo.

Son este tipo de situaciones en las cuales la aplicación de la ley y el nulo respeto de ella por los ciudadanos y las autoridades, que deben reforzarla, provocan la creencia de que es una alternativa legal el incumplir con nuestras normas jurídicas. Los gobernantes que hemos elegido creyendo en ellos y sus programas y promesas de gobierno, no llegan con el fin de hacer algo por el pueblo, sino con la idea de servirse de los puestos. Por consiguiente, si lo común es favorecerse de la incapacidad de los demás para defenderse, y si a esto le agregamos un sistema judicial corrupto, el resultado siempre será el incremento de la inseguridad y de la violencia y la delincuencia. La justicia es el pastelito que deseamos tener, pero que no nos alcanza para comprarlo. Vale.

*El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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