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Superficie de rodamiento

La superficie de rodamiento es esa extraña capa que por lo general es de color negro, que se coloca sobre la superficie de la corteza terrestre y que sirve para que los vehículos... 

La superficie de rodamiento es esa extraña capa que por lo general es de color negro, que se coloca sobre la superficie de la corteza terrestre y que sirve para que los vehículos, camiones de pasajeros y camiones de carga transiten sobre una superficie cómoda y segura, por lo general colocada en caminos que unen ciudades, centros de producción, puertos, aeropuertos y que bien colocados y bien construidos, disminuyen el tiempo de traslado entre esos puntos.

La superficie de rodamiento desde tiempos remotos, ha sido la preocupación de los gobiernos responsables de construirlas para que sean duraderas, desde su diseño y conservación.

Aunque parezca increíble para la mayoría de la gente esa capa de rodamiento forma parte de una estructura llamada pavimento. Esta estructura se diseña con una mecánica de suelos, topografía, diseño de pluviales, escurrimientos, tipo y número diario de vehículos que transitaran sobre ella y en el caso de aeropuertos, el tipo de aeronaves que aterrizaran en las pistas y que se compone de varias capas de distintos materiales que puedan existir en la zona o ciudad en donde se diseñara y construirá.

Esta estructura se coloca en caminos, vialidades, autopistas, pistas aéreas y forma parte de un diseño geométrico que permite utilizarlo en forma segura y cómoda para distintas velocidades.

Las anteriores descripciones parecerían muy básicas para ser publicadas en una revista de ingeniería civil, muchos colegas criticaran el inicio de este artículo, pero me parece que es necesario hacerlo ante la falta de comentarios técnicos y críticos sobre el proceder de los gobiernos federal, estatal o municipal, de todos los Colegios de Ingenieros Civiles del país que con su silencio son cómplices de las destrucción de los pavimentos a todo lo largo y ancho del país, ya sea en caminos, carreteras, autopistas o vialidades urbanas.

En los últimos 24 años se han cometido un sin número de fraudes con la introducción de técnicas de reconstrucción de pavimentos, mal entendiendo (en aras de lo ambiental) la reutilización de los materiales previamente utilizados sin tomar en cuenta la resiliencia perdida de los mismos y que por tal motivo no se pueden volver a reutilizar y menos si su composición granulométrica no es la adecuada, y de procedimientos constructivos que lo único que hacen es empeorar (en el corto plazo) la vida útil de los mismos.

Las dependencias encargadas de construir o reconstruir carreteras, caminos o vialidades de las zonas urbanas deben realizar estudios tendientes a hacer rendir la inversión pública pero sobre todo a tener mejores estructuras de pavimentos y no peores como ocurre en la actualidad.

Los Colegios de Ingenieros Civiles como órganos de consulta y asesores de los gobiernos deben tomar su papel y exigir (principalmente) a los gobernadores y alcaldes estructuras de pavimentos duraderos, tanto en las nuevas construcciones como en las de reestructuración y sobre todo en aquellas en la que la vida útil de las mismas ya feneció.

Recordándoles que las estructuras de los mismos son finitas, además de que diariamente están sujetas a cargas no contempladas en su diseño original. Ahora resulta que la preocupación principal de los alcaldes y los candidatos a sucederlos son las superficies de rodamiento y no la preservación de los pavimentos.

Su prioridad es conseguir votos y adeptos en base a ellos con vialetas y pintura en las mismas.

No están preocupados por diseñar una red vial municipal o sistema vial metropolitano que defina claramente, por donde deben transitar los vehículos de carga su tipo y peso, horarios, líneas de transporte y ejes viales necesarios para reducir el tiempo de traslado de mercancías y personas.

Los Ingenieros Civiles no debemos permanecer callados y pasivos y dejar que las autoridades estatales y municipales destrocen a un costo muy alto los pavimentos de las vialidades de nuestras ciudades.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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