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Ponte el cinturón, que ya vamos a cruzar

La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.” Montesquieu

Se trata del mismo mexicano que estando en Tijuana, o en cualquier ciudad de México, se pasa los altos, “textea” mientras maneja o peor aún maneja en estado de ebriedad o bajo el influjo de estupefacientes, sin embargo, al cruzar “al otro lado”, nos volvemos unos auténticos paladines de la justicia.

Resulta claro que a mayor regulación, se genera el caso contrario, mayor evasión. Diversos juristas opinan que México es uno de los países que más leyes posee, a las cuales se pueden sumar los 1408 tratados internacionales que tenemos firmados, así como las distintas jurisprudencias que el Poder Judicial emite con objeto de aclarar dichas leyes.

Se dice que cuando Juan Pablo II iba a visitar por primera ocasión México, en las tarjetas informativas le mencionaron la gran cantidad de leyes y comentó “pobre México, está peor que Polonia en la época de la invasión de los nazis” Pero le aclararon “Su Santidad, México es un país de muchas leyes, pero pocas se respetan”

Según la Encuesta Nacional sobre cultura y Prácticas Ciudadanas 2011, solo el 13.22% de los mexicanos encuestados contestó que en México si se cumplen las leyes, tanto por los ciudadanos como por los gobernantes, mientras que el 42.85% opina que ninguna de las 2 partes las respetan, sin embargo, el porcentaje aumenta considerablemente cuando el incumplimiento de una ley puede provocar una multa considerable o una sanción privativa de la libertad y en estos casos nos volvemos más cumplidores. Tal es el caso del cumplimiento de nuestras obligaciones frente al SAT o el IMSS, por ejemplo.

Por otro lado, según la “Encuesta Nacional de Cultura de la legalidad”, elaborada por el Instituto Belisario Domínguez del

Senado de la República, en octubre de 2022, reveló que el 70% de las 1,200 personas entrevistadas en 4 regiones del país, opinaron que en México las leyes no se respetan.

Buena parte de estos resultados tienen que ver con el alto nivel de impunidad que existe en nuestro País. Según la organización “Impunidad Cero”, en México solo 14 de cada 100 delitos denunciados en el país son resueltos, por otro lado, “México Evalúa” considera que el 94% de las denuncias presentadas quedan impunes, mientras que el propio INEGI menciona que el 33.9% de las víctimas de un delito consideraron a la denuncia como pérdida de tiempo y 14.2% por desconfianza en la autoridad (ENVIPE 2021).

En México, muchos delincuentes empezaron con violaciones menores, es decir, con faltas administrativas, las cuales, pocas fueron sancionadas, en virtud del alto grado de impunidad o incompetencia de los encargados de aplicar la ley, por lo que fueron escalando en sus crímenes. A diferencia, en países más desarrollados, la mayoría de sus policías cuentan con estudios universitarios, además de gozar de una buena remuneración, sin embargo en nuestro país, no se goza de las debidas prestaciones.

Por otro lado, existe lo que conocemos como el costo político de endurecer las penas. Esto es, no sancionar al pueblo porque de hacerlo, no votaran por tu partido en las próximas elecciones.

Frente a esto, se requiere contar con policías eficientes y capacitados, fiscales confiables, transparentes y eficaces, jueces que dicten sentencias apegadas a derecho y basadas en evidencias, cárceles que efectivamente cumplan su función de readaptación social, pero sobre todo, ciudadanos que cumplamos la ley igual que como lo hacemos al cruzar “al otro lado”.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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