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Las escuelas del terror

La locución “homo faber” fue usada por la teórica de la política Hannah Arendt (1958) para enfatizar la capacidad humana de controlar su entorno con el uso de herramientas.

La locución “homo faber” fue usada por la teórica de la política Hannah Arendt (1958) para enfatizar la capacidad humana de controlar su entorno con el uso de herramientas. También en el mismo sentido, por el escritor Max Frisch en su novela Homo faber (1957). En La Condición Humana, Arendt establece una división tripartita entre las actividades humanas de labor, trabajo y acción.

Protegerse siempre ha sido una de las necesidades básicas del ser humano: eso le llevó a buscar sitios que le sirvieran como refugio. Antes de que el ser humano conociera técnicas de construcción con el uso de diversos materiales y desarrollara avanzadas técnicas de arquitectura, tuvo que valerse de su ingenio e instinto para echar mano de lo que la naturaleza tenía para él. Fue así que ante la necesidad de cubrirse de la lluvia, soportar las grandes heladas y por supuesto de sus depredadores los humanos utilizaron cavernas como refugios temporales o incluso permanentes.

La forma natural de estos orificios en las rocas ya estaba dispuesta para ser usados tanto por asentamientos humanos numerosos como por familias pequeñas. A diferencia de los espacios abiertos las cuevas demostraron ser lugares adecuados para el resguardo de enemigos humanos y animales depredadores naturales.

Indudablemente, las murallas servían de protección contra los enemigos, era el símbolo de protección pero no menos vulnerable. La muralla desde tiempo atrás a la edad media también era imprescindible en algunos poblados.

El ser humano reacciona frente a su entorno y esa reacción la refleja y la expresa en su lugar de habitar. Nuestra cotidianidad está llena de miedos y ya hay quienes se aprovechan de tal situación. El miedo está conllevando a que se habite el lugar, entre candados, murallas que son la expresión de un modo de vida represivo, limitado y temeroso.

Varios rincones del mundo desde hace varios años parece estar adquiriendo un nuevo panorama, motivado no sólo por los cambios arquitectónicos, sino en esencia en gran medida por el miedo, que conlleva a crear formas de construir lugares, hoy las construcciones del miedo se decoran entre candados y rejas como expresión de miedos, las alarmas, las cámaras de video vigilancia y los guardias de seguridad son el reflejo de nuestra nueva y nada discreta decoración de los hogares.

Estados Unidos ha sufrido el mayor número de ataques con armas de fuego en centros escolares y es, en consecuencia, el país en el que más se ha intensificado el debate en torno a las armas y la seguridad en las aulas.

Ante estos hechos y con los principios cavernícolas de protección de los atacantes una niña norteamericana de 14 años de edad, ganó un premio en una “Feria de Ciencias” por diseñar un muro antibalas para su propio salón de clase, esto debido al pánico y ansiedad de escuchar todas las historias, perder amigos y compañeros de escuela, así como ver las noticias de atentados con armas de fuego en diferentes distritos educativos.

Diferentes soluciones, mismas necesidades. Temor.

- El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.

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