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Las Cartas desde El Más allá: De Hiram Bithorn a Kiké Hernández

Coral Gables, Florida (VIP-WIRE). “A veces el mejor pitcheo no es, en la postemporada, el mejor pitcheo”… Tony LaRussa.

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Mi admirado coterráneo, Kiké…:

Jugar bien al beisbol requiere bastante más que las imprescindibles habilidades que solo provee Dios.

Lógicamente, tienes buenas de esas facultades, pero más te admiro y te respeto tu amor por el juego. Hacía tiempo, desde Pete Rose, que no veía tal derroche, tal entrega al equipo, tales deseos de ganar.

Con el perdón del resto de ese respetable róster, ya no me dispongo a ver a los Medias Rojas, sino que me dedico a disfrutar a mi coterráneo boricua de San Juan, Kiké Hernández.

¡Ah! pero como no tienes por qué saber quién soy, te informo que nací en Santurce y fui el primer nativo de Puerto Rico en jugar en Grandes Ligas. Lancé con los Cachorros, a los 26 años de edad, en 1942, y regresé en 1943, cuando tiré siete blanqueadas, gané 18 juegos, perdí 12 y puse efectividad de 2.60, antes de ser llevado al Servicio Militar y a la II Guerra, durante dos años. Regresé con los mismos Cachorros en 1946, me cambiaron en 1947 a los Medias Blancas. Fue mi último año. Y dejé record de 34-31, 3.16.

Me fui a probar suerte en México, como umpire, y el 28 de diciembre de 1951, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, un policía llamado, Ambrosio Castillo Cano, en medio de una discusión, me cayó a tiros y me mató. Morí en el hospital al día siguiente.

Ustedes, los Medias Rojas de este año tienen muy buen equipo. Deseo que eliminen a los Astros por dos motivos…:

1).- Para no ver más al mánager Dusty Baker con el palillo en la boca, lo que es mala educación, un asquerosidad y un peligro de muerte, si llega tragarse eso.

2).- Y porque Carlos Correa, boricua como nosotros, es muy arrogante. Eso de mostrar la muñeca izquierda al sacar su jonrón fue de muy mal gusto. Y fíjate, al día siguiente, ustedes los vapulearon a ellos.

En fin, mi querido Kiké, espero sigas bateando, corriendo y fildeando como hasta ahora, crecido en la postemporada. Y que los lanzadores dominen a los Astros y a quienes enfrenten en la Serie Mundial. Yo estaré siguiéndolos desde este Más Acá, donde hay mucha gente del beisbol.

Óyeme, bateas para 242 con 91 jonrones y 287 impulsadas en ocho temporadas, pero en siete octubres, tienes promedio de 273, 13 jonrones y 27 remolcadas. Eres grande cuando hay que ser grande.

Más de un abrazo emocionado y esperanzado… Hiram.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

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