Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Encuestas contra realidad

Como que si a fuerza de insistir, los resultados positivos se hicieran realidad, en el Gobierno de Baja California festejan, celebran y presumen los números que regularmente publican algunas empresas encuestadoras. 

Como que si a fuerza de insistir, los resultados positivos se hicieran realidad, en el Gobierno de Baja California festejan, celebran y presumen los números que regularmente publican algunas empresas encuestadoras. La mayoría de ellas, hay que decirlo, de poca credibilidad y confianza.

Son, explican en su metodología, resultados de las respuestas que en ese momento emiten los supuestos encuestados. Por supuesto que, el que paga manda, y los clientes –o sus jefes- generalmente salen bien evaluados. Un ejercicio de este tipo, pagados con recursos públicos, varían entre los 800 mil a 1.5 millones de pesos.

Pero una cosa es lo que las encuestas publicadas nos dicen y otras lo que la opinión pública comenta.

Y esa realidad nos indica que cada día son más frecuentes los comentarios negativos y elevado el tono de las críticas y reproches sobre la administración de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Algunas, sin sustento, pero muchas de ellas cargadas de razón.

Cada día, también es mayor el número de personas que le han perdido el temor a las redes sociales y a través de Facebook el Twitter e Instagram, entre otras plataformas, expresan públicamente sus desacuerdos con las acciones e inacciones de la actual administración estatal. Hay ocasiones en que los comentarios rayan en la ofensa y la vulgaridad que ni la gobernadora ni nadie se merecen.

Cada día, al interior del Gobierno estatal, en las oficinas de los tres poderes que conforman el estado, igual que en al menos cuatro ayuntamientos establecidos, la lucha por el poder se ha vuelto más encarnizada. Esos enfrentamientos amenazan con intensificarse con el anuncio de que el exgobernador Jaime Bonilla ha sido designado coordinador estatal del Partido del trabajo en Baja California, nombramiento que seguramente no fue consultado con la jefa política del Estado. El PT pasó por sobre su autoridad.

Cada día se acumulan las promesas incumplidas, los anuncios fantasiosos, las réplicas de mañaneras mentirosas, las presentaciones de inversiones multimillonarias, las publicaciones pagadas en las redes sociales, la opacidad en el uso de los recursos públicos y las amenazas trianguladas a periodistas libres. Los bajacalifornianos no ven cimientos y menos avances en el publicitado Sky Tren, las torres que no tiene ni San Diego y el doble piso en Tijuana. En Mexicali no hay obra, salvo remiendos que más que resolver problemas, los agravan,

Y nada de esto es sano cuando apenas se llevan 14 meses de gobierno.

¿Qué es lo que está pasando? La respuesta es sencilla: una ausencia absoluta del ejercicio del Poder Ejecutivo que es al que le corresponde organizar los esfuerzos de todas y cada una de las dependencias de gobierno, con las instituciones, la relación con los poderes, y con la sociedad organizada, incluyendo por supuesto el sector empresarial que hoy, como nunca antes, ha sido relegado de todo programa e iniciativa oficial.

La gobernadora está ausente. Se la lleva de viaje, grillando en la Ciudad de México y pensando en el 2024. Le han dicho, y cree, que podría colarse, si le atina, en el gabinete del próximo o próxima presidente de México. Por eso juega con dos cartas. Y mientras, parece haber dejado todo en manos de sus afectos personales. Es él quien pone quita, da, negocia, concede, contrata, asigna y consigna. Los titulares de las diversas dependencias solo ejecutan las órdenes que le son dictadas por el esposo de la gobernadora, Carlos Torres Torres, considerado el verdadero poder tras el trono.

Todos lo saben y nadie se atreve a decirlo y mucho menos a contradecirlo. Su mano, su influencia y su interés como hombre de negocios se ha venido fortaleciendo. Inició con la remodelación de la Chinesca, que hasta casino de juego le autorizaron, siguió con el Centro Histórico, que hasta estacionamiento le construyeron y se amplió con la rehabilitación de la Laguna México que, por lo pronto su letrero le pusieron. Tan solo en estos tres proyectos en Mexicali se invertirán 450 millones de pesos. Más los que se contemplan en el resto del Estado.

Mientras tanto en Baja California la inseguridad no cede. Los cárteles se siguen expandiendo instalando más y más “tienditas” de drogas colocando productos cada vez más peligrosos, entre ellos el fentanilo. Los feminicidios no cesan, la corrupción prevalece ensu gobierno y la impunidad ya ha echado raíces.

A la gobernadora alguien le debe de decir que tiene que ocuparse del presente para estar preparada para el futuro. Si bien es cierto que tiene que voltear al centro del país, lo tiene que hacer para exigir recursos y obras para el Norte pues Baja California también es, no solo el Sureste, parte de México.

A la jefe del ejecutivo le debe preocupar, sin duda, las críticas, pero sobre todo debe poner atención al silencio público de una mayoría que no es usuario de las redes sociales a la que ella es tan afecta, pero es una cantidad importante de baja californianos que siguen utilizando las reuniones de amigos, la comunicación directa, para expresar sus opiniones. Y esa, en la que sale reprobada, es la mejor encuesta. Es gratis.

*El autor es periodista con 45 años de experiencia, licenciado en periodismo, asesor en comunicación y marketing político, consultor de medios

En esta nota