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El ocaso de Trump

En los últimos dos años, la democracia estadounidense se ha enfrentado a diversas amenazas. La más obvia fue la cruzada del expresidente Donald Trump

En los últimos dos años, la democracia estadounidense se ha enfrentado a diversas amenazas. La más obvia fue la cruzada del expresidente Donald Trump para anular los resultados de las elecciones presidenciales del 2020, que posteriormente motivó el ataque mortal al Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero de 2021.

Recuerdo que transcurría la ratificación presidencial del Presidente Joe Biden con normalidad, hasta que diversos grupos ultranacionalistas iniciaron un proceso de insurrección mediante la convocatoria del expresidente Trump.

La primera línea de acción entre líderes de comisiones encargadas de la seguridad nacional, fue impulsar el nacimiento de una Comisión Especializada para identificar responsables sobre los eventos ocurridos. Al día de hoy, Donald Trump es acusado de incitar a una insurrección, obstruir un procedimiento oficial, conspirar para defraudar y declarar falsamente a los Estados Unidos. Las acusaciones son claras, sin embargo, el poder de la comisión tiene límites y no es vinculante.

A pesar que el Departamento de Justicia ha investigado y procesado a más de 1385 personas con cargos sobre los disturbios del 6 de enero, la baja confianza institucional según Pew Research Center, indica lo dividida que se encuentra la población norteamericana. El dato que más nos puede indicar esta polarización política es que el 80% de los simpatizantes del partido republicano, creen que la culpa de los hechos transcurridos el 6 de enero del 2021 no debe recaer solo en Donald Trump. En contraste, el 62% de la sociedad en general se proclama en contra de la violencia justificada de los republicanos y con ello, el problema de la polarización sigue creciendo.

Las instituciones públicas en la actualidad, se encuentran en una constante lucha para defender e incrementar su credibilidad. La principal insatisfacción de la sociedad norteamericana, es que no toleran que sus instituciones fallen y que se muestren débiles al no garantizar un debido estado de derecho.

La toma del Capitolio pasará a los libros como una fecha histórica. Espero no ocurra igual con la extensa investigación que ha tardado dos años en determinar responsabilidades. El proceso electoral en Estados Unidos ha comenzado y cada día parece más la investigación contra Trump un arma arrojadiza para ser utilizada en la contienda presidencial que lo que realmente debería ser, un instrumento de justicia y validación de respeto a las instituciones públicas.

Ante el declive de Biden, buscar el ocaso de Trump parece la estrategia adecuada.

Excelente semana, nos leemos en la próxima…

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