El Futuro de la Educación Superior: ‘Flexibilidad y Adaptación’

La transición hacia una sociedad de conocimiento, combinada con la cuarta revolución industrial en donde la influencia de la Inteligencia Artificial será sumamente invasiva, el futuro de la educación superior será afectada por estas 5 tendencias o nuevas realidades de acuerdo con Arthur Levine y Scott Van Pelt (2021):

1. Nuevos productores y distribuidores de contenido seguirán entrando al mercado educativo, incrementando la competencia y las opciones para los consumidores educativos, al mismo tiempo que disminuyen los precios. Se enfatizarán a las tecnologías digitales, se rechazará una educación constreñida por tiempo y lugar, y se reconocerán las micro credenciales (para que voy a hacer una ingeniería que me toma por lo menos cuatro años, cuando puedo tomar cursos de programación que puedo capitalizar rápidamente).

2. El control institucional de las universidades e instituciones de educación superior (IES) (que actuaron como cuasi monopolios locales y regionales) seguirá disminuyendo mientras que el poder de los consumidores o estudiantes seguirá aumentando. Es decir, las universidades dejarán de decirle poco a poco a los estudiantes que licenciaturas deben estudiar, y los estudiantes irán marcando la pauta a partir de las demandas de habilidades por parte del cambiante mercado laboral.

3. Con un acceso casi universal a internet y dispositivos digitales, los estudiantes demandarán de las universidades lo mismo que están obteniendo de las industrias del entretenimiento como música, películas o de información. Esto se traduce en que las IES tendrán que fragmentar sus programas y servicios para que los estudiantes adquieran sólo las habilidades y competencias que consideran pertinentes a su plan de vida a menores costos.

4. Una economía basada en conocimiento exige que un modelo industrial basado en procesos sea eclipsado por un modelo basado en resultados. A las nuevas generaciones les interesa saber que van a aprender y para que les va a servir, como lo van a capitalizar rápidamente y no cuánto tiempo deben permanecer en las aulas con criterios obsoletos.

5. El dominio de grados supeditados a tiempos de cuatro años o más y una educación “por si acaso” irá disminuyendo y será sustituida por una educación sumamente flexible y de “justo a tiempo”. La creciente necesidad de “upskilling” y “reskilling” ocasionada por la automatización, la explosión de conocimiento y la era postpandemia inclinará la balanza hacia aquellos programas que estén más alineados con las necesidades del mercado laboral y provean certificados, micro-credenciales e insignias, no grados.

El Presidente de Harvard Lawrence Bacow señala que la educación superior se adaptará a las condiciones cambiantes, como la ha hecho históricamente, mientras que el fallecido y reconocido profesor de negocios Clayton Christensen, argumentaba que los cambios serán de tal magnitud que van a ser disruptivos y muchos modelos tradicionales quedarán obsoletos y muchas IES con problemas financieros dejarán de existir.

Es difícil prevenir cuál de estos escenarios extremos prevalecerá. En lo que coinciden especialistas de universidades prestigiosas como Johns Hopkins, Cornell University, Harvard University, MIT y Stanford University entre otros, es que la educación superior del futuro es basada en resultados, asincrónica, digital, individualizada, de bajo costo, y disponible en cualquier tiempo y lugar.

Resumiendo los puntos anteriores, “la educación continúa” y flexible será el caballo de Troya para aquellas universidades que quieran diversificar y ampliar sus fuentes de ingresos, y todavía más importante, la supervivencia en una sociedad cambiante en donde las habilidades demandadas en el mercado laboral cambian más rápido que las universidades en adaptar su oferta educativa.