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De cómo será el turismo post Covid

Nací en una ciudad pequeña del estado de Sonora y durante mi infancia mis padres me llevaron a lo que dieron nuestras posibilidades económicas...

Nací en una ciudad pequeña del estado de Sonora y durante mi infancia mis padres me llevaron a lo que dieron nuestras posibilidades económicas, pero a los 12 años me gané un premio como alumno distinguido en aprovechamiento escolar y me llevaron a “saludar al Presidente López Portillo”. Aquello fue una aventura sin igual, rodeado de cientos de imberbes que, como yo, nunca habíamos tenido un viaje sin nuestros padres. Eso me cambio mi forma de pensar. De ahí en adelante tuve la impresión que lo mio era viajar.

Quizás esa sea la razón que me ha volcado a pensar cómo y cuando recuperaremos nuestra libertad para aprovechar todo lo que México y el mundo nos ofrece, porque el turismo y toda su cadena de valor será de los sectores mas complicados en recuperarse porque sus premisas fundamentales, la reunión, la diversión, el traslado, son cosas que tardarán en “normalizarse”, ya que todo implica un contacto humano muy fuerte y puede resultar contraproducente para la contención adecuada de esta enfermedad que nos acecha.

Ante la falta de una pronta solución al tema del contagio, hay que tomar muchas medidas y pensar en varias cosas para lograr la subsistencia de las empresas del sector. Primero, en asegurar la continuidad de las operaciones utilizando sus ahorros o los apoyos prometidos desde el Gobierno y otras instancias y segundo, preparándose para reabrir con protocolos de sanitización y prevención del contagio, cuando menos los primeros meses posteriores al levantamiento de la cuarentena.

No me imagino, por ejemplo, un bar, una alberca, un concierto o un evento de ciudad en el que se pudiera cuidar la sana distancia. Así que para entrar de lleno en esas actividades tendremos que esperar a que el visitante tenga la confianza para visitarlos. Ahí tendremos que trabajar no solo en la sicología del cliente/visitante para recuperar su buena disposición, sino en llevar a la práctica una nueva cultura de acceso a los espacios, de permanencia en ellos y el crear una atmósfera de tranquilidad para la salud de los usuarios.

En ese mismo tenor de complicación veo a otras actividades muy relevantes del entretenimiento como los parques temáticos, los cruceros, los museos y tours guiados, pero veo, por ejemplo, que el sector de alimentos y bebidas, mucho mas orientado al manejo higiénico de los alimentos, podrá recuperarse mas rápidamente, primero, porque podrán separar mesas y preparar a su personal de cocina y servicio el cual está mucho mas orientado a ello, pero tendrá que acostumbrarse a la limpieza extrema de superficies del lugar, la constante higiene de baños y áreas comunes y en general, al cuidado extremo de la vajilla, la cristalería y el plaqué.

Visualizo también un explosión comercial en los hoteles boutique y los espacios privados en bares y terrazas. Creo que al principio serán los que garantizarían las mejores prácticas de higiene, aunque también en la hotelería en general será sencillo cuidar las medidas pertinentes.

Soy optimista y espero que esta contención de viajes y reuniones que actualmente tenemos, explote la necesidad del ser humano por reunirse y explorar nuevos sitios. Sería, sin duda, una buena noticia para el turismo y las miles de empresas y millones de empleos que se generan, no solo en un país como México sino en un centenar de ellos que sus economías dependen tanto de sus ingresos y divisas.

Mientras, los servidores turísticos debemos prepararnos con mejores productos para el visitante, mucho mas especializados, mas enfocados la explotación de nuestras singularidades, donde la experiencia que viva el usuario, le permita recomendarnos y le despierte las ganas de repetir su visita a nuestras empresas y ciudades.

* El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad

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