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A 59 años de la muerte de Kennedy

''No preguntes qué es lo que tu país puede hacer por ti; pregunta qué es lo que tú puedes hacer por tu país”.-John F. Kennedy

Ayer se cumplieron 59 años del asesinato del presidente John F. Kennedy, ocurrido en la Ciudad de Dallas, Texas cuando apenas contaba con 46 años de edad.

Se dice que su asesino fue Lee Harvey Oswald, sin embargo, a su vez fue asesinado dos días después por Jack Ruby, por lo que no pudieron someterlo a juicio. Para aclarar este homicidio, se formó una comisión de expertos denominada “Comisión Warren”, la cual determino que Oswald había actuado solo en el asesinato, igualito que Mario Aburto en México en 1994, aunque en este caso, el “Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos”, modificó el veredicto en 1979, indicando que pudo existir una conspiración, pero hasta ahí ha quedado el resultado.

Llama la atención que Kennedy ha sido el cuarto presidente en funciones en ser asesinado, siendo los 3 anteriores Abraham Lincoln en 1865, James A. Garfield en 1881 y William McKinley en 1901.

En el caso de México, se ganó el cariño del pueblo por varias razones, en especial por ser el primer presidente católico en los Estados Unidos y quien, al visitar México, acompañado de su esposa, visitó la Basílica de Guadalupe.

Uno de los temas que más le acarreó enemigos en un país profundamente racista, fue la defensa de los derechos civiles de la población afroamericana, siendo famosa su intervención en junio de 1963, al evitar que el gobernador de Alabama les prohibiera el paso a 2 estudiantes afro-estadounidenses que pretendían estudiar en la Universidad de Alabama, enviando alguaciles federales a custodiar a los jóvenes, pronunciando ese día su discurso sobre los derechos de las minorías: “Debe ser posible, a corto plazo, que todo estadounidense pueda disfrutar de los privilegios de ser estadounidense sin importar su raza o color. A corto plazo, todo estadounidense debe tener el derecho de ser tratado como le gustaría ser tratado, como a uno le gustaría que trataran a sus hijos.”

Esto generó la creación de la ley de los Derechos Civiles al año siguiente, sin embargo, es muy posible que este tema detonara su asesinato.

Recordemos que el “Nativismo”, ha sido un pensamiento político y social muy arraigado en los Estados Unidos y que busca privilegiar a los nacidos en ese país, rechazando a los emigrantes extranjeros al considerarlos ajenos por origen geográfico, racial, religión o cualquier otro rasgo socioeconómico. Desde sus orígenes, como explica Gabriela de la Paz, (“¿Quiénes somos?: la resurrección del nativismo estadounidense”), se pensaba que el país vendría a menos si se incorporaba a individuos “tan poco aptos como los mulatos de Luisiana o los miembros de las despreciadas razas mezcladas de la América Española”. Lamentablemente, ese nativismo, sigue intacto y la muestra es el fervor despertado por Trump al atacar a las minorías raciales norteamericanas y que tantos votos le generó en el 2016.

Kennedy sigue siendo recordado como uno de los presidentes norteamericanos con mayor carisma. En la encuesta de Gallup de 1999 titulada: "lista de las personas más admiradas del siglo veinte", aparece en primer lugar Martin Luther King, Jr. la Madre Teresa de Calcuta en segundo sitio y en el tercer peldaño al propio John F. Kennedy.

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