Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

El amor más grande

Estamos iniciando como cada año la Semana Santa, llamada también Semana Mayor.

Estamos iniciando como cada año la Semana Santa, llamada también Semana Mayor, porque en ella recordamos, no solo con la mente sino con el corazón a Aquel que, siendo Dios y hombre, solo por amor entregó su vida por nosotros.

Por eso hoy, dejaremos a un lado el tema de la política, para adentrarnos un poquito a este misterio de amor que no somos capaces de entender con la razón, ¿Cómo entender la grandeza de un Dios que se abaja al hombre y es capaz de entregarse todo por ti, por mí por cada uno de nosotros?

Ayer domingo, en las iglesias de todo el mundo, se proclama completa la pasión del Señor que inicia en el momento en que Judas, uno de sus discípulos con un beso entrega a Jesús; aquí empieza su calvario: El que fue elegido como cualquiera de los doce lo traiciona, el resto a excepción de Juan, lo abandonan, un calvario de burlas, maltratos azotes, escupitajos, e intensos dolores que soportó valientemente por nosotros.

Acompañar a Jesús en este recorrer la vía dolorosa, llamada también viacrucis, es contemplar cada estación en silencio para que encuentre su lugar. Nuestro corazón débil, necesita encontrarse con Dios débil por tanto dolor y sufrimiento camino a la Cruz, un camino que es también mi camino, tu camino y es tan importante experimentarlo…

En cada una de las situaciones por las que va pasando Jesús, nuestra vida tiene su lugar, no son ajenas a ti, es por ti. Tu debilidad se encuentra con la de Jesús…Solo tienes que detenerte, dejar que tu corazón se desahogue, que hable con Jesús.

¿Quién de nosotros no siente miedos, soledad, incomprensión, cansancio, necesidad de consuelo, sed, soledad…? Es tu vida la que está ahí, y es Dios el que entrega a su Hijo, demostrando así que Su Amor te acompaña. En Jesús nadie sufre solo. En la Cruz estás tú, está todo lo tuyo y nada te puede separar del Amor de Dios. Mira tu vida, tus propios sufrimientos y voltea tus ojos a la mirada de Jesús y serás sanado por Su Amor…

En Su cuerpo herido, en su corazón abandonado, es donde todos nos sentimos reconocidos. Amor que toca, que vive nuestras heridas que, sin quitarnos de la debilidad, nos lleva a la plenitud. Todo lo mío está en Jesús…¿No es maravilloso? La debilidad es poderosa, pero el Amor es todopoderoso y está por encima de ella.

Esta semana Santa, el reto del Amor es que busques tu lugar junto a Jesús. Haz un viacrucis, mirando las imágenes de una iglesia o solo nombrándolas y dejando que el corazón hable para que se encuentren sus corazones. ¿Qué sentiría Jesús en ese momento? ¿Qué estás viviendo tú? Deja que Jesús te acompañe, muera por ello y te lo devuelva resucitado.

Porque la buena noticia, es que después de haber muerto por ti y por todos, Jesús resucitó, para asegurarnos la vida eterna junto a Él, solo tenemos que ganárnosla, El ya hizo su parte, has la tuya con el mismo amor demostrado por Él. “Nadie tiene más amor que Aquel que da la vida por el amigo”.

¡Felices Pascuas de Resurrección!

*- La autora es consejera familiar