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Daños en el sistema inmune: Nuevo estudio revela alteraciones genéticas sufridas por ex fumadores

Un articulo que fue publicado en la revista Nature, habla sobre los estragos que puede causar el tabaco, aún siendo un ex fumador.

París, Francia.- El impacto del tabaco persiste a largo plazo, incluso para aquellos que han abandonado el hábito, dos estudios científicos arrojan nueva información sobre los efectos dañinos del tabaquismo en el sistema inmunológico.

Un artículo publicado recientemente en la revista Nature destaca que fumar altera de manera duradera el sistema inmunológico adaptativo, el cual se forma a partir de infecciones y permanece dañado durante años en exfumadores.

Este estudio, basado en una muestra de mil personas seleccionadas hace más de una década por el Instituto Pasteur en París, demuestra cómo el tabaquismo tiene una influencia más marcada en la salud a lo largo del tiempo que otros factores, como el tiempo de sueño o la actividad física.

Aunque ya se sabía que el tabaco afecta la inmunidad innata, el estudio confirma que este efecto desaparece inmediatamente después de dejar de fumar. Sin embargo, la inmunidad adquirida, crucial para la defensa del cuerpo contra infecciones específicas, se ve afectada durante años o incluso décadas después de abandonar el tabaco, según la investigación.

Alteración genética por tabaquismo

Los científicos han ido más allá al vincular estas alteraciones con un efecto epigenético, donde la exposición al tabaco afecta la expresión práctica de ciertos genes, aunque el ADN permanezca inalterado. Aunque estos efectos desaparecen con el tiempo, los expertos subrayan la importancia de no empezar a fumar para preservar la inmunidad a largo plazo.

Mientras tanto, otro estudio publicado en NEJM Evidence analiza datos de aproximadamente 1.5 millones de personas en Canadá, Estados Unidos, Noruega y el Reino Unido para evaluar la persistencia de riesgos para la salud después de dejar de fumar.

Los resultados indican que, tras cesar el consumo de tabaco, se necesitan al menos 10 años para recuperar una esperanza de vida comparable a la de los no fumadores, aunque ya se observan beneficios significativos después de tres años. Este impacto positivo es evidente independientemente de la edad en que se abandone el hábito, siendo más pronunciado en individuos menores de 40 años.

Ambos estudios resaltan la importancia de comprender los efectos a largo plazo del tabaquismo en la salud, desde las alteraciones inmunológicas hasta la mejora gradual de la esperanza de vida después de dejar de fumar.

Estas investigaciones refuerzan la conclusión de que, aunque los efectos negativos persisten, la decisión de abandonar el tabaco conlleva beneficios significativos para la salud a largo plazo.

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