Indígenas tzotziles exigen justicia tras ataque armado en Chiapas

CHIAPAS.- En el sureste mexicano, específicamente en el estado de Chiapas, la comunidad indígena tzotzil de Chenalhó se pronunció públicamente luego de un violento ataque armado ocurrido el pasado 21 de febrero, que dejó la región en medio de un fuego cruzado protagonizado por sicarios del crimen organizado.

Manifestación por paz y justicia

Unas 55 mujeres y niños indígenas maya tzotziles, víctimas de desplazamiento forzado interno, se manifestaron en la localidad de Polhó, municipio de Chenalhó, exigiendo a las autoridades paz y justicia. Manuel Gómez Vázquez, representante de los desplazados de Santa Martha, expresó que llevan casi dos años viviendo en peligro, enfrentándose a situaciones de violencia y pérdida de seres queridos.

Recrudecimiento de la violencia

Los manifestantes denunciaron el recrudecimiento de la violencia en su comunidad debido al olvido y la falta de atención de las autoridades mexicanas. Recordaron el ataque sufrido el 21 de febrero, donde 68 familias quedaron atrapadas entre el fuego cruzado, revelando que el enfrentamiento duró más de seis horas bajo fuego intenso.

Exigencia de atención gubernamental

Las víctimas exigieron una atención inmediata por parte del Gobierno de México y del estado de Chiapas, señalando la falta de atención en áreas como salud, educación y viviendas dignas y seguras. Temen que, de no recibir ayuda pronto, se repita una tragedia como la masacre de Acteal, donde más de 45 personas perdieron la vida en 1997.

Mexico

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La sombra de Acteal

El recuerdo de la masacre de Acteal, donde un grupo de indígenas fue atacado mientras oraba, sigue presente en la comunidad. Esta tragedia dejó 45 tzotziles muertos y marcó un hito en la lucha por la justicia y la paz en la región.

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Clima de violencia en Chiapas

La violencia en Chiapas se ha agudizado debido a conflictos político-sociales y la incursión del crimen organizado en la zona de los Altos de Chiapas. Activistas y defensores de derechos humanos señalan un clima de “guerra civil” en el estado, con conflictos armados, presencia del crimen organizado y cárteles del narcotráfico, lo que ha provocado homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, especialmente en comunidades indígenas.